Tras un año de cannabis para uso medicinal en el estado de Ohio en Estados Unidos, el programa alcanzó 58.3 millones de dólares.
Ese cantidad puede no parecer impresionante dado que la cercana Maryland vendió casi el doble de esa cantidad el consumo de marihuana con fines recreativos sigue siendo ilegal en Ohio, incluso por razones médicas, la cifra de 58.3 mdd es, en realidad, bastante muy decente.
Dicho proyecto de ley fue firmado por el gobernador John Kasich el pasado 2016, el cual solo permite el uso de aceites infundidos, tópicos, comestibles, productos de vapeo y flores para extracción o vapeo. La flor fumable no está permitida, y los cultivos domésticos también están prohibidos en esa localidad.
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Ohio un estado con prejuicios
Por otra parte, la persistente demonización contribuyó a que las ventas fueran más bajas de lo esperado. Kate Nelson, presidente de la compañía de Greenleaf, dijo a WKYC:
“Definitivamente hay un estigma en torno al cannabis medicinal y, como operadores, estamos tratando de normalizar eso para que los pacientes entiendan que puedes hablar con tu médico sobre eso el cannabis”.
Por su parte, Caroline Henry, vicepresidenta de Greenleaf, comentó:
“Cuando comenzó el programa, la gente temía que esto fuera como los estados del oeste: que la gente estaría fumando marihuana en las esquinas de las calles y que habría carteles publicitarios con publicidad de marihuana y niños, pero hemos demostrado es que esto no ha sucedido”.
Cuán poderosa ha sido la propaganda prohibicionista en Ohio que, de los 78,000 pacientes registrados de marihuana medicinal en el estado, solo 57,000 compraron cannabis legal en 2019. Si bien es posible que 20,000 pacientes obtuvieran su hierba de un familiar o amigo que también tenía una tarjeta de hierba medicinal, este número también sugiere que algunos pacientes tenían miedo de comprar hierba en un dispensario.
