Desde el nacimiento de las primeras civilizaciones en Asia, el cannabis ha formado parte de su evolución. Con ella surgieron los primeros tejidos, aunque también se comenzó a usar con fines médicos, lúdicos y religiosos. Y de las primeras civilizaciones asentadas en las cordilleras del Hilamaya, pronto se fue extiendiendo a otras zonas, donde fue cultivada para diferentes usos. Por ejemplo, en el Antiguo Egipto era una planta de uso común en diferentes aspectos de la vida cotidiana.
El cannabis en la medicina
En uno de los documentos médicos más antiguos que se han descubierto hasta ahora, “el papiro Ebers”, datado en el año 1550 a.C, se mencionan una serie de remedios a base de cáñamo. Se trataba especialmente de ungüentos para aliviar el dolor y la inflamación causados por diversas enfermedades y lesiones.
Aunque el uso del cannabis en la medicina del antiguo Egipto se remontan casi cinco siglos antes, aproximadamente en el 2.000 a.C. Según los estudios, ya se empleaba para tratar desde las hemorroides, hasta el glaucoma o el sangrado vaginal. También las mujeres lo usaban contra la depresión y otros problemas psicológicos.
El cannabis en la religión del antiguo Egipto
Cuando en la década de los 80 del siglo XIX fue descubierta la momia de Ramsés II, el faraón más importante del antiguo Egipto, y posteriormente examinada, se sorprendieron al encontrar rastros de cannabis. Y desde entonces, muchas otras momias descubiertas presentaban rastros similares, lo que ha servido para confirmar que el cannabis estaba también muy presente en los ritos religiosos.
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Sin ir más lejos, la diosa de la sabiduría Seshat, era representada en pinturas con una hoja de cannabis sobre su cabeza. También la diosa de la guerra Bastet, representada bajo un gato doméstico o un gato con cabeza de mujer, se vinculaba al consumo de cannabis en cuestiones relacionadas con la brujería. Incluso los fieles consumían cannabis durante rituales y festividades religiosas.
Otros usos del cannabis en el antiguo Egipto
Al igual que en otras culturas o civilizaciones anteriores, el cannabis era usado para la fabricación de cuerdas, telas e incluso velas, imprescindibles en el día a día de la antigua civilización egipcia. Algunas investigaciones recientes descubrieron que los canteros empleaban una curiosa técnica para romper grandes rocas en secciones más pequeñas y fáciles de transportar.
Esta técnica consistía en introducir fibra de cannabis seca en grietas o agujeros realizados para tal fin en las rocas. Tras comprimirla bien en su interior con martillos, añadían agua. Las fibras al humedecerse comenzaran a expandirse hasta tal punto que la presión terminaba por romper estas rocas más manejables y fáciles de trabajar.
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