Quien decidía invertir en los últimos años en acciones de productos estadounidenses derivados del cannabis se sentía un poco como un buscador de oro. Algunas acciones crecían sin parar, produciendo ganancias de varios miles por ciento.
Por ejemplo, las de Canopy Growth, el mayor productor del sector, que registraron un alza del 290.000 por ciento. Pero de ese auge inicial parece ya no quedar demasiado: la burbuja del cannabis se desvanece en el aire, y con ella, ese mercado perdió valor por cerca de 35.000 millones de dólares. Las acciones de Aurora Cannabis fueron unas de las más afectadas, con pérdidas del 60 por ciento. Canopy Growth perdió casi 375 millones de dólares, mientras otras empresas, como Tilray y MedMen, dejaron en el camino 50 y 25 millones, respectivamente, y tuvieron que despedir al 20 por ciento de sus empleados.
Sucede que la euforia inicial por los derivados del cannabis se vio opacada por problemas con las licencias, ya que el cannabis es considerado aún en la mayoría de los casos como una droga ilegal. Es decir, que el potencial de venta de la planta es limitado. En EE. UU., solo un 20 por ciento de los estados permiten el consumo recreativo de marihuana, es decir, más allá de sus propiedades medicinales. Pero sobre todo la costa este -en Nueva York, Nueva Jersey y Connecticut- está en contra del consumo no medicinal, y las leyes sobre un consumo legal recreativo son rechazadas. Los expertos no cuentan con que eso cambie en un futuro próximo.
Sobre el sector pende “una nube oscura”
“El sector completo de productos de cannabis está bajo una nube oscura”, dijo en 2018 a CNN el abogado Keith Stroup, de la organización para la reforma de las Leyes sobre la Marihuana (NORML, por sus siglas en inglés). Stroup es uno de los mejores conocedores del mercado, y fundó esa organización sin fines de lucro, que trabaja para que se apruebe el consumo legal de cannabis. Según él, nadie sabe cuándo la Justicia estadounidense se ocupará de las leyes de cada estado al respecto. “Solo cuando 20 estados de EE. UU. hayan legalizado completamente el consumo de marihuana tendremos suficiente poder como para convencer también al Gobierno”, afirma. De hecho, ya ahora el mercado de marihuana está totalmente saturado, sobre todo, en EE. UU., pero también en Canadá, donde se puede comprar legalmente cannabis desde mitades de 2018. Sin embargo, allí solo se ha vendido hasta ahora un 10 por ciento de la producción, según el Gobierno canadiense, y en el país hay unas 400 toneladas de cannabis en depósito. Peor es la situación en EE. UU., donde únicamente en el estado de Oregon se almacenan cerca de 450 toneladas.
Precios altos llevan a los consumidores al mercado negro
Que los productos de marihuana no se vendan bien, tiene que ver también con la alta carga impositiva. Algunos estados de EE. UU. los gravan con hasta un 45 por ciento, y muchos no pueden ni quieren pagar esos precios, por lo cual recurren al mercado negro para conseguir cannabis. “¿Por qué alguien pagaría 20 dólares por marihuana, si consigue la misma cantidad por dos dólares a la vuelta de la esquina?, dice Alan Valdes, socio mayoritario de Silverbear Capital. Hace ocho años invirtió en el mercado del cannabis y tiene acciones en algunas empresas. En su opinión, ese mercado no volverá a tomar impulso hasta que no bajen los impuestos y avance la legalización.
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Los grupos de presión del cannabis invirtieron casi cuatro millones de dólares en los últimos nueve meses de 2019 para convencer al Gobierno estadounidense de reducir los impuestos. En septiembre de este año, la Cámara de Representantes de EE. UU. aprobó con gran mayoría la ley que permitie a la banca prestar servicios a las compañías de cannabis. La Ley de Banca de Seguridad y Equidad (SAFE), asegura la aplicación justa de las leyes bancarias a dichas empresas, y es histórica por sus consecuencias, ya que los bancos no deben temer más persecuciones legales ni represalias por hacer negocios con dichas empresas. Eso le dio nuevamente alas al sector, pero por poco tiempo, ya que poco después volvieron a caer varias acciones.
Al parecer, la solución está en la diversificación, por lo cual las grandes compañías del cannabis, como Canopy Growth, apuestan a crear, por ejemplo, una empresa con el rapero canadiense Drake, que se dedicará a la fabricación de productos para welness. La cadena de chocolates Hershey’s planea sacar a la venta golosinas con cannabis y bebidas con marihuana. Según Valdes, pasará algunos meses hasta que el mercado de cannabis se recupere. Y pronostica un buen 2020, eso sí, solo si Donald Trump ganase las elecciones presidenciales. Trump es un hombre de negocios”, dice Valdes, “y si puede recaudar impuestos con cannabis, lo hará”.
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