El registro de una compañía de cannabis en el país caribeño en la que hay un familiar de la mujer del Fiscal General, genera desconfianza en las redes sociales. Aunque, el Fiscal dice que “No sabia nada”.
Muchos ciudadanos de las islas y durante 100 años, se arriesgaron a ser encarcelados y multados por mantener vivo el cultivo y mercado de ganja. El golpe de timón por parte del gobierno al despenalizar el cannabis contiene ecos de la ordenanza colonial Ganja de 1915 que prohibió el cultivo, la posesión y el comercio bajo fuertes multas y cárcel. La ley de 1915 ponía el comercio informal de la planta bajo el control de las autoridades coloniales con fines impositivos mediante licencias. Posteriormente, se sumó al programa de sustancias narcóticas y se declaró una sustancia peligrosa bajo enjuiciamiento general.
Ahora que el cultivo, el comercio y la posesión de marihuana están a punto de ser despenalizados dentro de un marco legal, muchos siguen pensando que el nuevo régimen continuará beneficiando a la clase empresarial bien financiada y bien conectada a la vez que se margina a los que siempre se arriesgaron produciéndola.
¿Indignación en las redes sociales?
El fin de semana pasado, los documentos de registro para la compañía West Indian Cannabis Co Ltd comenzaron a circular en las redes sociales, publicaba la prensa local. Se identificó a la pariente del Fiscal General, Jenna-Marie Nahous, como directora. Aumentando la indignación y las acusaciones, el director Christopher Moses dio un paso adelante para defender a su compañía contra las acusaciones de trato preferencial.
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La compañía West Indian Cannabis Co Ltd quiere diversificar su negocio con temas textiles y de producción de cannabis. La empresa tiene el derecho, como cualquier otra, de acceder a oportunidades de acuerdo con la ley. Mucho más importante es la política del Estado que sustentará el desarrollo de la industria del cannabis.
Empresas extranjeras con un mínimo del 30% en manos locales
El FG. Faris Al-Rawi dijo que las empresas extranjeras que quieran entrar en el mercado de cannabis deberán tener un mínimo de un 30% de inversión local. La legalización es una oportunidad histórica para que el estado atraiga agricultores, comerciantes y científicos del cannabis a esta nueva industria para su desarrollo. Los inversores extranjeros tienen la oportunidad de entrar a esta industria a cambio de inversión económica e impuestos.
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