Un decano de una escuela secundaria de Florida fue despedido después de dar positivo en la prueba de marihuana, a pesar de que un médico le había recetado para tratar el trastorno de estrés postraumático que sufrió en los Marines.
La Junta Escolar del Condado de Marion votó 5-0 el miércoles para despedir a Mike Hickman, diciendo que si bien la marihuana medicinal es legal en Florida, es ilegal según la ley federal, su uso viola la política del distrito y no notificó a su supervisor que la estaba usando.
El distrito central de Florida ofreció suspender a Hickman, de 51 años, si aceptaba no usar marihuana medicinal en el futuro, pero el empleado de 10 años se negó. Después de que un juez administrativo confirmó la recomendación de un superintendente anterior de que fuera despedido, la junta actuó.
Mark Levitt, un abogado que representa a la actual superintendente Diane Gullett, dijo a la junta que Gullett está de acuerdo con la decisión de su predecesora y que el servicio militar de Hickman no debería nublar su juicio. Hickman luchó en Irak durante la Tormenta del Golfo hace 30 años.
“Se le dio la oportunidad de dejar de usarlo”, dijo Levitt.
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El abogado de Hickman, Mark Herdman, le dijo al Ocala Star-Banner: “Es sólo otra decisión desafortunada de la Junta Escolar del Condado de Marion de despedir a otro buen empleado”. Hickman argumentó que era injusto que legalmente pudiera haber seguido usando el analgésico opioide que tomó antes de cambiar a la marihuana porque era más efectivo y tiene menos efectos secundarios.
Chris Altobello, director ejecutivo del sindicato de maestros del condado de Marion, dijo al periódico en un mensaje de texto que Hickman “no estaba más afectado que alguien que toma una aspirina para el dolor de cabeza. Dieron a entender que esto equivale a fumar marihuana en el baño de niños”.
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El distrito se enteró del uso de Hickman hace un año cuando se lesionó al terminar una pelea en Belleview High School. Un médico de compensación para trabajadores que trató a Hickman descubrió el medicamento en una prueba de orina y notificó al distrito.
“Imagínese si este empleado simplemente se sentara y dejara que los dos estudiantes continuaran peleando sin tener en cuenta su seguridad. No estaríamos aquí ahora”, dijo Altobello.
