La semana pasada, la ciudad de Fresno dio la aprobación preliminar a tres empresas para comenzar a vender cannabis al por menor.
También otorgó cuatro licencias para el cultivo de cannabis y microempresas no minoristas.
Los dispensarios podrían estar abiertos a mediados de noviembre, según un cronograma de la Oficina de Supervisión del Cannabis de la ciudad.
Fresno es la ciudad más grande de California sin tiendas de marihuana recreativas y físicas, uno de los últimos territorios abiertos en este mercado emergente, a pesar de que ha sido legal para fines médicos en el estado desde la aprobación de la Prop.215 en 1996 y para fines recreativos desde la Propuesta 64 aprobada en 2016.
Entonces, ¿por qué tomó tanto tiempo?
Los votantes de California aprobaron la Propuesta 64, la Ley de Control, Regulación e Impuesto sobre el Uso de la Marihuana por parte de los Adultos, en un 57%.
Si bien la ley legalizó la marihuana recreativa no médica, dejó las regulaciones a los gobiernos locales.
En Fresno, eso significó una prohibición clara de todas las ventas y el cultivo de cannabis recreativo. Los residentes aún podrían cultivar hasta seis plantas de marihuana dentro de una residencia privada o estructura accesoria “que esté completamente cerrada y segura”. De lo contrario, el cultivo de plantas dentro de los límites de la ciudad, como afuera, en su patio trasero, estaba prohibido y podría conllevar una multa de $ 1,000 por planta.
Ese año, los votantes de Fresno aprobaron la Medida A, que gravaría las posibles operaciones comerciales de cannabis por una suma de $ 10 millones anuales. Ese dinero se utilizaría para la policía, carreteras y otros servicios comunitarios.
“Ya sea que esté de acuerdo con el cannabis o crea que es moral usarlo o no, está aquí. Ahora será parte de nuestras vidas para siempre”, dijo en ese momento el entonces concejal de la ciudad Clint Olivier.“ Ahora mismo tenemos negocios ilícitos de cannabis en los límites de la ciudad que no pagan impuestos. Esta es una forma de otorgar licencias a estos negocios, cobrar impuestos y mitigar el efecto del cannabis en nuestra ciudad”.
Ese mismo año, el ayuntamiento aprobó la Ordenanza sobre negocios minoristas de cannabis y negocios comerciales de cannabis.
En ese momento, la ordenanza era específica para uso médico y solo permitía siete dispensarios, uno en cada distrito del consejo de la ciudad. También prohibió ser propietario de negocios a delincuentes condenados por ciertos delitos, personas con condenas relacionadas con sustancias controladas distintas del cannabis y personas a las que anteriormente se les suspendió una licencia de cannabis.
Se encontró con la oposición de los líderes de la iglesia local. Los pastores Paul L. Binion II de Westside Church of God, BT Lewis II de Rising Star Missionary Baptist Church y Elias Loera de Christian Temple Fresno se opusieron firmemente a la propuesta en ese momento.
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