El chocolate puede alterar las pruebas de potencia por lo que los etiquetados no siempre son precisos, y ahora científicos en Estados Unidos tratan de descifrar la razón.
En estados del país donde la marihuana es legal, la yerba viene en distintas presentaciones desde galletas hasta mentas, gomitas y barras de proteína, e inclusive pretzels.
Estos productos comerciales tienen etiquetas que avisan la cantidad que contienen de THC, la principal sustancia psicoactiva de la marihuana. Ello ayuda a los pacientes que necesitan marihuana medicinal a recibir la dosis que desean y a que otros consumidores queden satisfechos.
Pero algo sobre el chocolate, explicaron los químicos, parece interferir con las pruebas de potencia. Un chocolate etiquetado con 10 miligramos de THC podría tener mucho más y enviar a alguien al hospital con alucinaciones.
La investigación más reciente sobre el chocolate, que será presentada durante un evento en San Diego en los próximos días, es un ejemplo del papel cada vez más grande que desempeña la química en la industria de la marihuana. Además de las peculiaridades del chocolate, los científicos trabajan en extender el tiempo de conservación, imitar el aroma terroso de la marihuana y hacer que los productos sean más seguros.
El negocio de la marihuana está en una encrucijada en su intento por ser legítimo. El gobierno federal sigue considerándola como una droga ilegal, pese a que más de 30 estados del país permiten su uso para por lo menos cuestiones medicinales. Incluso en esos estados, no hay métodos estándar reconocidos para probar la seguridad y calidad de los productos.
La marihuana contiene cientos de sustancias químicas, incluidos cannabinoides como el THC y CBD, un ingrediente moderno con cualidades terapéuticas que no han sido comprobadas. Algunas representan riesgos cuando se procesan. El chocolate es un buen ejemplo.
“El propio chocolate afecta nuestra capacidad para medir los cannabinoides que hay en él”, comentó David Dawson, químico y el principal investigador en CW Analytical Laboratories en Oakland, California, que realiza pruebas con marihuana.
Mientras más chocolate haya en la muestra, menos precisos son los resultados, encontró Dawson. El químico piensa que una parte del THC se aferra a la grasa del chocolate, lo que esconde los índices del cannabinoide al momento de realizar la prueba.
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