Las emisiones aumentan los cannabinoides en el cannabis cultivado en el campo, según un nuevo estudio.
A más dióxido, más THC. La investigación realizada por Lewis Ziska y James Duke del Departamento de Agricultura de Estados Unidos, reveló que esto ocurre con el cannabis y los cannabinoides, pero por el contrario reduce el contenido de nicotina en la planta de tabaco. El cambio climático, el calentamiento global y las nuevas tecnologías de cultivo podrían cambiar la propagación de hierbas medicinales en el mundo.
En California, la energía consumida para cultivar cannabis representa el 9% del consumo nacional de electricidad y 230 millones de litros de agua se utilizan cada día para hacer crecer 10.000 plantas en el campo.
Cáñamo, un cultivo eficiente que priva el C02
Pero por otro lado, el cultivo de cáñamo se está consolidando como fuente de enrgía renovable clave en la reducción del CO2 y puede jugar un papel fundamental para que Europa pueda cumplir el acuerdo alcanzado en la Comisión Europea según el cual se deberán reducir un 40% las emisiones de CO2 y alcanzar un 27% de energías renovables para el año 2030.
El cáñamo sin duda puede ser una elección decisiva, ya que puede ayudar tanto en la reducción de las emisiones de CO2 , como en el ámbito de las energías renovables: es considerado un cultivo con una alta eficiencia energética y bajo impacto ambiental. Se estima que una tonelada de cáñamo seco puede incautar 325 kilos de CO2.
Se utiliza en edificios y es capaz de capturar más CO2 de la atmósfera de lo que se produce durante su mecanizado. Permite conservar el interior de la casa cálido en invierno y fresco en verano, manteniendo constante la temperatura.
Al utilizar materiales ecológicos como el cáñamo se reducen las emisiones de CO2.