
Cuando de cultivo se trata suele referirse en torno a las semillas que deben ser gordas, sinuosas, grandes como características de buena calidad; sin embargo esto no es tan real. El aspecto de las semillas poco tiene que ver con la calidad de la misma. Al mismo tiempo si las semillas obtenidas en tu compra resultan ser muy pequeñas y con un aspecto poco agradable a la vista se piensa que estas fueron retiradas de la planta antes de tiempo, por lo que no generarán buenos resultados en el cultivo.
Es necesario descartar este tipo de situaciones, pues lo importante en el caso del cultivo es el cuidado que debes dar a la semilla durante su proceso de germinado. Quiere decir que su aspecto exterior, no es indicativo de su calidad para su germinación y posterior desarrollo. En muchas ocasiones, las semillas más hermosas, gordas, exuberantes, tienden a generar plantas más pequeñas y de poca floración.
Ante ello, vale decir que generalmente las semillas de la marihuana sativa, cuando son más puras, suelen ser más pequeñas y hasta frágiles; no obstante su producción es mayor que unas semillas de mayor tamaño y belleza. Otro elemento que debes considerar, es que resulta negativo el apretar las semillas, aparentemente para sentir en las manos si son de buena o mala calidad, ese argumento es también un fiasco, ya que, puedes romper las semillas lo cual trae como consecuencia que se pierdan y no germinen.
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Por último, recordarte que aunque sean semillas de marihuana, cada una es un mundo al cual hay que cuidar y atender para que genere una germinación óptima, sana, fuerte y de un enraizamiento fortalecido.