La historia de Ganyeros que te contaré hoy, se desarrolla en una playa del caribe muy visitada, en la que incluso a pesar de las prohibiciones sobre el cannabis en el país de Venezuela, en ella existe una zona de distención, es decir, una zona en la que puedes fumar sin mucho problema con las fuerzas represoras –la policía- sin embargo, los tipos hacen rondas nocturnas, supuestamente para el cuido, pero al final es la matraca para quienes vamos a disfrutar de la playa caribeña y un canuto al atardecer.
Recién iniciaba el año nuevo, nos llegamos Dos, Tres y yo para pasar un fin de semana divertido entre el mar, sol, bocanadas y alimentos psicoactivos. Levantamos nuestra carpa en la zona destinada a ello. Allí conocimos a unos chichos que formaban parte de una banda de rock and roll, eran muy fumetas. Nos aconsejaban esconder la moña muy bien por el tema de la policía y las revisiones que lanzaban en las noches, la recomendación fue ocultarla dentro de la arena de playa cerca de la carpa, porque así habían escondido ellos su carrito de cannabis.
No obstante, decidimos que mejor la seguíamos manteniendo nosotros en el lugar que habíamos decidido ocultarla, los chicos insistían en que sacásemos nuestro carrito cannabico–así llamaban a la moña– para esconderlos donde nos señalaban. Mantuvimos nuestra decisión, nos hicimos los locos.
Resultó que esta insistencia de parte de los rockeros, terminó en pedirnos un poco de mota a lo que como buenos fumetas compartimos con ellos, luego de estas bocanadas, Dos, Tres y yo nos acostamos a observar las estrellas y a cazar nubes nocturnas; a la mañana siguiente uno de los chicos de la banda comenzó a buscar su carrito cannabico, que escondió en la arena cerca de su carpa, pero, lo que ocurrió es que cavo hasta el cansancio y jamás lo encontró por lo que le gritaba a sus demás amigos músicos rockeros ¿dónde está mi carrito? Y desesperadamente continuaba cavando en la arena, pero el carrito no aparecía.
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Te comento que el carrito nunca apareció, como conclusión, el “consejo sobre esconder el carrito” no era otra cosa que el intento por hacer desaparecer nuestra mota, dicen algunos amigos; nos quería conejear. Hay entonces, los que se dicen muy ganyeros y no respetan los códigos de nuestra comunidad y viven atrapados bajo los códigos de Babilonia, por ello tal como lo dice Bob Marley: La honradez es mi futuro.