Al Cultivar marihuana, debemos ir entrenando nuestros sentidos para ir encontrando dentro de nuestro cultivo una planta que nos permita revegetar, obtener buenos esquejes para su posterior siembra, esta planta no es más que la planta madre. De ella se puede sacar el mayor provecho posible, sacando clones de la misma. Una de las formas de conservar esta planta madre es a través de la elaboración de un bonsái, para lo cual te daremos algunas claves.
Una de las formas de mantener en buen estado, en espacios muy reducidos para el cultivo de cannabis es a través de la práctica del arte del bonsái, dicha práctica merece paciencia, así como un pulso de cirujano, es decir un pulso bien determinado y delicado a la vez para el cuidado de la planta para estas condiciones.
Es de recordar, que debes ir con el paso del tiempo conservando una planta para desarrollar otras, esto quiere decir que se te pondrá difícil el realizar esta tarea, si te colocas a pretender hacer más de una planta madre. El bonsái funcionará para la preservación de las mejores genéticas de cannabis.
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Dentro de las claves a tener en cuenta para que el cultivo del bonsái de marihuana salga a la perfección; ubica en primer término unas macetas que se encuentren entre 0,3 y 2 litros, coloca en ellas un sustrato adecuado –con muchos nutrientes- en este sustrato deben estar presentes con el paso de tiempo las enzimas, igualmente con el tiempo cuando la maceta tienda a quedar pequeña puedes podar raíces o trasplantar a otra maceta. Otro dato interesante para hacer el bonsái es la iluminación que recibe, en primer término usa bombillos que sean de bajo consumo; los de 125 a 200w es un buen comienzo.
