Es importante tener en cuenta que esto no es un consejo médico, sino una descripción general de las diferentes formas en que podría tratar la ansiedad con cannabis.
Incluso si está usando cannabis para ayudar a tratar los “síntomas de ansiedad”, es muy importante trabajar con un profesional en las “causas fundamentales” de la ansiedad. Estar “ansioso” no es tu estado natural de ser. Más bien, hay una anomalía fisiológica (daño orgánico) que está causando ansiedad o una “estructura” psicológica que altera la percepción y a su vez desencadena una respuesta fisiológica.
La salud mental, como su nombre indica, tiene mucho que ver con la “mente“. Si usted es naturalmente una persona ansiosa, lo más probable es que exista una causa psicológica que, incluso si consume cannabis, nunca desaparecerá con medicamentos.
Una de las causas subyacentes de la ansiedad es la comprensión repentina de que “no sabes lo que va a pasar”. Esta falta de información incita a su imaginación a generar “proyecciones de fantasía” de su propio futuro, generalmente con resultados “no tan buenos”.
Dado que está enfocado en estos “problemas de fantasía“, no puede hacer nada al respecto y, a su vez, se siente ansioso. Esta es una cuestión de psicología y no de fisiología. Se trata de poder cambiar su perspectiva y manejar mejor el estrés.
El cannabis o la medicación psiquiátrica tradicional ayuda a mitigar los “síntomas” de este proceso interno; sin embargo, es responsabilidad del paciente desmantelar las estructuras y procesos psicológicos.
Protocolos de respuesta al estrés deficiente
Todos experimentamos estrés. El estrés es algo bueno, si es bueno. El “buen estrés” es el estrés que aumenta nuestra capacidad de desempeño en situaciones difíciles. Por ejemplo; rescatar a alguien de una casa en llamas. El estrés en este escenario “reduciría la percepción de uno”, “reduciría el flujo sanguíneo a” áreas no críticas “y” aumentaría la adrenalina “dentro del posible rescatador.
Para esa situación, es absolutamente perfecto estar estresado. Sin embargo, en la mayoría de los casos, este estrés es de corta duración y revertirá el cuerpo a “normal“.
Sin embargo, en el caso de aquellos que sufren ansiedad crónica, sus “protocolos de respuesta al estrés” no funcionan adecuadamente. Están ardiendo en momentos de “no estrés” o “bajo estrés”.