El candidato demócrata a gobernador, Beto O’Rourke, dijo que si fuera elegido gobernador de Texas, perseguiría la legalización de la marihuana y anticipa que la mayoría republicana en la Legislatura se sumaría.
“Les contaré un secreto: a los republicanos les gusta drogarse tanto como a los demócratas”, dijo O’Rourke, hablando durante un panel de South by Southwest en Austin el sábado.
“Cuando sea gobernador, vamos a legalizar la marihuana en el estado de Texas”, dijo. “(Es) una sustancia que es legal en la mayor parte del resto del país, la mayor parte del resto del mundo libre”.
Si bien algunos estados liderados por republicanos han legalizado la marihuana recreativa, Texas no se encuentra entre ellos.
Según el Austin-American Statesman, los comentarios de O’Rourke pueden funcionar como una línea de aplausos, pero también pueden “subestimar la dificultad de ganarse a los miembros más conservadores de la legislatura” y el estado de Lone Star tiene algunos conservadores serios. El Vicegobernador Dan Patrick, por ejemplo, ha amenazado repetidamente con bloquear la reforma de la marihuana y establece la agenda para el Senado de Texas.
O’Rourke ha defendido durante mucho tiempo los esfuerzos para despenalizar y legalizar la marihuana, incluso durante su mandato en el Concejo Municipal de El Paso. En 2011, fue coautor de un libro, “Dealing Death and Drugs: The Big Business of Dope in the US and Mexico”, en el que argumentaba que poner fin a la prohibición federal de la marihuana reduciría la violencia relacionada con las drogas.
Si bien los legisladores de Texas aprobaron una ligera expansión del programa de marihuana medicinal del estado durante la sesión anterior, las reglas siguen estando entre las más restrictivas de la nación.
A principios de este año, el grupo de defensa Americans for Safe Access le dio a Texas una calificación reprobatoria por su programa, diciendo que no era ni accesible ni práctico.
Sin embargo, O’Rourke sugirió que Texas puede no ser inmune a la ola arrolladora de la legalización del cannabis.
Sin embargo, O’Rourke se enfrenta a una batalla cuesta arriba en su búsqueda de gobernador, ya que desafía al gobernador republicano de dos mandatos Greg Abbott, cuya campaña cuenta con un cofre de guerra masivo y ha prometido una “lucha de nocaut y arrastre” contra O´Rourke.
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