Entre el cannabis y el café, existe una simbiosis que aporta una experiencia agradable desde la mezcla de sabores y olores de ambos productos. En la comunidad cannabica se señala que la combinación de sabores y la potenciación que esta adquiere para un buen subidón son excelente.
El café es de uso extensivo entre trabajadores y trabajadoras, este impide el flujo de adenosina al cerebro, compuesto químico responsable del adormecimiento y relajación de mente y cuerpo. Es la cafeína la encargada de lograr que los receptores cerebrales inhiban la adenosina; es por ello qué, se ingiere café sobre todo en las mañanas.
El cannabis tiene un uso es terapéutico y recreativo. Esta cambia la química del cerebro mucho más que el café, por tanto su efecto es más notable, el cannabis posee cannabinoides, análogos a los endocannabinoides del cerebro y sistema nervioso.
Preparar café cannabico, es una buena manera de iniciar o finalizar el día. En el sabor del cannabis incide la variación del cultivo en interior o exterior y la manera en que se cura y almacena. Con el café el sabor cambia según como haya sido lavado y tostado. La armonía de esta mezcla es lo que propicia para el usuario cannabico una experiencia gourmet.
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Puedes ubicar para el consumo de esta deliciosa mezcla un café que haya sido tostado de forma ligera, media u oscura, mientras más ligero el tostado habrá mayor acidez y cafeína a su vez es más dulce. Respecto al cannabis, localiza variedades para transitar por una degustación que resalte la complementación de sabores para disfrutarlos al máximo.
