Como muchos otros emprendimientos, también este surge de una necesidad personal, en este caso la del mismo fundador de Weedo, Gonzalo Badiola Ramos, fumador habitual de marihuana. A Gonzalo Badiola se le conoce también como Bandhi, el nombre ‘artístico’ con el que triunfa en su canal de youtube y donde trabaja su marca personal.
Pero Weedo es una spin-off surgida de la otra empresa fundada por Badiola hace unos años: th3dod. En su propósito de “cambiar el mundo” a base de “montar empresas en el sector del bien”, Badiola se adentró en esto del emprendimiendo a la edad de 21 años. De su espacio de coworking y fablab surge Weedo, una caja fuerte que sirve para autocontrolar el consumo de marihuana y que circunscribe dentro del sector de la salud física y mental.
Jorge Piñero, es el CEO de Weedo. Él es quien nos cuenta en qué consiste el ingenio y su razón de ser en el mercado. “Se trata de una solución para el control de las adicciones. Queremos ayudar a que la gente consuma de forma responsable en el mercado del cannabis. Para la mayoría de las adicciones existen tratamientos y productos físicos que las combaten como, por ejemplo, los parches o las pastillas para dejar el tabaco. Sin embargo, lo único que se lanza vinculado al consumo del cannabis son productos que incentivan aún más la adicción. Cierto que la mayoría de las personas que fuman no quieren dejarlo, pero sí quieren controlar su ingesta”.
Para dosificar el consumo de marihuana y controlar la adicción, han diseñado ellos una especie de caja fuerte con diversos compartimentos en los que se guarda y conserva el cannabis herméticamente. El poseedor de la caja programa, a través de una aplicación móvil adicional, los tiempos en los que desea que se abra para acceder al contenido en las dosis que él mismo determine. “Una persona, por ejemplo, puede decidir fumarse un porro como recompensa a la consecución de un objetivo que se haya propuesto. Calcula el tiempo que le va a llevar la ejecución y programa la aplicación para que la caja se abra en ese momento. Mientras tanto, es imposible abrirla”, explica Piñero.
El diseño ha sido concebido por el equipo de Weedo, aunque el hardware y el software lo han encargado fuera. En principio, el artilugio, todavía en fase beta, es como una especie de altavoz que envuelve una serie de cajas talladas con madera de roble en las que se depositan las dosis. La app solo permite el acceso a una de ellas conforme a los objetivos y los tiempos programados. La valoración del producto, para su lanzamiento al mercado, gira en torno a los 350 euros, una cantidad que ellos consideran razonable teniendo en cuenta que el ticket medio de los consumidores de marihuana está entre los 300 y 400 euros al mes.
UN MERCADO EN ALZA
El gadget sirve para controlar otras adicciones, pero han decidido empezar por el cannabis dado el potencial que observan en el mercado. “Después del alcohol y el tabaco, la marihuana es la tercera droga que más se consume en el mundo. Existen estudios que apuntan que el año pasado, el mercado del cannabis movió 344 billones de euros en todo el mundo y otros que hablan de que, en el año 2030, el mercado del cannabis en España capitalizará 16 billones siendo un 6% del mercado europeo. El impacto es altísimo”, asegura Jorge Piñero.
En cuanto al riesgo de topar con una legalidad que ponga freno al desarrollo del proyecto, es una posibilidad que descartan. “Primero porque nosotros no vendemos cannabis que, además, es un producto que no está prohibido para consumo personal. Lo que nosotros lanzamos es un producto tecnológico relacionado con esta industria y cuya propuesta de valor es reducir el consumo, no incrementarlo, porque pensamos que, fumando menos, gastas menos, estás más concentrado y eres más productivo”.
En lo que respecta al target, reconocen que les resulta complicado hacer un estudio pormenorizado, “al fin y al cabo, nadie se presenta en Linkedin como fumador de porros”. Ellos analizan a los consumidores en las miles de asociaciones y clubes que, aseguran, existen en España para la compraventa de marihuana de forma mancomunada. De ellos deducen que la media de edad de los clientes oscila entre los 30 y los 45 años y que suelen pertenecer a la clase media, poco más.
EN BUSCA DE INVERSIÓN
Weedo no está aún en el mercado. Ni siquiera la página web concebida para su comercialización está en activo. El motivo es que se encuentran todavía en fase de beta tester en espera de recibir feedback e implementar el producto final antes de certificarlo e iniciar la comercialización. Saben que gusta porque el vídeo que subió Gonzalo Badiola en su canal de Youtube para presentar la solución se viralizó y han llegado a reunir una comunidad de más de 35.000 seguidores.
Por el momento, las cajas que circulan son las que ellos mismos han fabricado en el Fablab. Para acometer la fabricación del gadget, su comercialización e incrementar el equipo de la startup es para lo que están preparando una ronda de financiación. Esto les daría resuello para empezar a negociar con las farmacéuticas y otros establecimientos relacionados con la salud y diversificar la aplicación del ingenio. Así, otro caso de uso que tienen pensado sería para el consumo de los medicamentos de alto riesgo, como son los antidepresivos y ansiolíticos en cuyo caso sería el especialista médico el encargado de programar la aplicación. “Pero, con apenas 8 meses en el mercado, es pronto para hablar de otros usos. El foco, ahora, lo tenemos en el cannabis”, concluye Jorge Piñero.
Fuente: Emprendedores
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