Pues eso parece haber ocurrido en los dos primeros estados de legalización: Washington y Colorado.
Hace vario tiempo, en un estudio del año 2018, un equipo de investigación independiente de la Universidad del Estado de Washington (WSU), analizó las estadísticas de delincuencia del FBI y no observó ningún efecto negativo de la legalización en el índice de delitos. Contrario a esto, la evidencia sugiere que algunas tasas de eliminación de delitos han mejorado.
El artículo podría responder a las preocupaciones de muchos funcionarios locales en todo el país. En los estados de consumo legal para adultos, los líderes locales incluso están prohibiendo actualmente los dispensarios minoristas en aproximadamente la mitad de todas las jurisdicciones. Uno de los principales temores que presumiblemente impulsan dichas prohibiciones: la delincuencia.
Sin embargo, las investigaciones demuestran que legalizar el cannabis y permitir tiendas con licencia estatal en una comunidad local, no aumenta las tasas de criminalidad locales. De hecho, esas acciones pueden tener el efecto contrario.
Los investigadores encontraron que las tasas de eliminación de robos de automóviles, por ejemplo, aumentaron 5 por ciento más tras la legalización de Washington, lo cual se traduce en 3 por ciento menos del promedio nacional.
La legalización está correlacionada con mejores tasas de delitos, pero puede no estar causándolas.
“Esto significa que estamos mejorando la eficacia de la aplicación de la ley, lo que hace feliz a la policía, porque sabemos que estamos teniendo un impacto positivo, y esto hace felices a los civiles, pues no tienen tantas interacciones innecesarias, desagradables y francamente perjudiciales con nosotros”, explico LEAP en un correo electrónico.
Una tasa de eliminación de delitos mide el desempeño de la policía, y, de manera más abstracta, de la ley y el orden. Es la proporción de la cantidad de arrestos realizados en relación con los delitos denunciados.