“El entusiasmo en torno al cannabis en Colombia ha alcanzado niveles febriles, y algunos medios de comunicación locales sugieren que el país podría llegar a suministrar 40% de la marihuana mundial y obtener más beneficio de ella que del carbón o de las flores cortadas”.
Así define el Financial Times al mercado de la marihuana legal en Colombia, en un artículo en el que resalta la inversión que han hecho empresas, especialmente canadienses, para la producción de cannabis medicinal o para la explotación científica, con las que algunas han logrado desarrollar cosméticos.
Y es que al momento de revisar los permisos que entregó hasta el cierre del primer semestre el Ministerio de Justicia, ya hay 247 licencias para un grupo de más de 60 empresas entre pequeños productores y grandes multinacionales.
Así, el Estado ha recibido más de $10.000 millones por los trámites de permisos básicos, los cuales se dividen en 35 licencias entregadas para el uso de semillas, 83 para el cultivo de plantas de cannabis psicoactivo y 129 para no psicoactivo.
Cundinamarca es el departamento con mayor número de autorizaciones para trabajar con cultivos de cannabis, pues en total hay 75 en esta zona; seguido de Antioquia, con 45 licencias; Valle del Cauca, 24; Cauca, 23; y Tolima, 22. El director de investigación de Medcann Colombia, Sergio Eastman, explicó que “ya se empieza a ver un comportamiento regional porque las zonas donde hoy más tienen permisos son aquellas de condiciones favorables agronómicas para la planta. Por eso, hay trabajos fuertes en el Centro y el Pacífico del país”.
Eastman explicó que a eso se suma que la seguridad es algo prioritario para las empresas. Los cultivos “en un principio, buscaron ser cultivados en lugares donde el Ejército garantizara 100% la tranquilidad, pues siempre se pretende estar protegidos frente a detalles del conflicto armado o intervenciones criminales, sean guerrillas o cualquier grupo”.
Pero el tema de la seguridad no solo es para la ubicación de los cultivos, ya que empresas como Khiron están cuidando sus producciones en momentos como el transporte. Cuando hay que mover el extracto del cannabis desde Tolima hasta Bogotá, lo hacen en helicóptero ya que cada uno de los termos con el material vale más de US$100.000, según lo reseñó el Financial Times.
Inversión extranjera
El Ministerio de Justicia reportó que desde 2017, a la fecha, han llegado a esa cartera más de 1.500 solicitudes de licencias. Aunque son menos de 300 las que han sido aprobadas, esto evidencia fuertes movimientos de empresas en términos de inversión extranjera en Colombia.
Por esto, se estima en el sector que las inversiones que hicieron las compañías para desarrollar sus actividades entre enero de 2018 y junio de 2019 llegaron a niveles que superaron los US$600 millones.
Además, solo en los primeros meses de este año, se generaron movidas empresariales entre compañías del sector por más de US$100 millones por negocios concretados entre fusiones, adquisiciones, proyectos compartidos, etc.
El Financial Times, por ejemplo, destacó trabajos como el de Canopy Growth, que con una capitalización de mercado de más de US$13.000 millones, invirtió US$60 millones para crear Spectrum Cannabis Colombia, con zonas de cultivo en el Huila.
Pese a estos casos exitosos, algunas empresas se están quedando en el camino de los permisos, porque como la marihuana sigue siendo ilegal en varias partes del mundo, Colombia debe tener una norma y control permanente que equivale a más burocracia en los procesos. Por ejemplo, Rodrigo Arcila, presidente de la Asociación Colombiana de la Industria de Cannabis (Asocolcanna), dijo que “no solamente se necesitan las licencias del MinJusticia, sino que ese es el primer paso. Están todos los permisos del ICA y autorizaciones del Fondo Nacional de Estupefacientes (FNE), porque existen regulaciones en la que, si la planta es psicoactiva y no, generaría que pase a ser vigilada por el FNE”.
Pese a esto, el negocio sigue siendo rentable. Todas las empresas que han llegado para la explotación del cannabis han elegido a Colombia por sus tierras fértiles y el efecto que tiene en los costos de producción. La consultora Crop America ha calculado que, según lo registrado durante 2018, sacar un gramo de la flor de marihuana colombiana vale entre US$0,5 y US$0,8. Así el precio es el más competitivo frente a otros países donde se ha producido o hay cultivos vigentes. Por ejemplo, en Bolivia, la tarifa sube para la misma cantidad a un rango entre US$0,7 y US$0,9; en Perú va desde US$1,8; mientras que en otros países como Canadá llega a US$2,1 y en Holanda está entre US$2,2 a US$2,5.
“Hasta el momento ninguna empresa ha realizado una exportación para fines comerciales, puesto que los países donde es permitido el uso del cannabis exigen certificaciones de BPM (Buenas Prácticas Manufactureras) y en Colombia, la mayoría de empresas de la industria del cannabis no cuentan con dicha certificación”, dijo Adriana Guzmán de PS Consultores. Pese a esto, ya se han exportado muestras de flor seca para fines investigativos hacia Canadá y Alemania. Además, Clever Leaves realizó este mes la primera exportación a Inglaterra de un derivado de cannabis no psicoactivo que se realiza desde Colombia con fines comerciales.
El próximo mes entregarán reporte de hectáreas cultivadas
Como los primeros registros de inversiones privadas con empresas relacionadas con el sector del cannabis vienen de 2017, aún son pocas las cifras detalladas, como las hectáreas con cultivos legales de marihuana. Por esto es que Asocolcanna, que reúne a casi 30 de las principales empresas locales y extranjeras dedicadas a la explotación de la planta, ofrecerá el primer congreso del sector. Allí junto a Fedesarrollo se entregará un reporte según los balances hechos por las principales firmas y los futuros planes de inversión.
Fuente: Agronegocios
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