El desarrollo de la industria cannábica en Colombia es imparable, y buena parte de ello, es por la factibilidad de sus suelos, la predisposición climática y las accesibles leyes entorno a esta materia, además del apoyo financiero que ha recibido de grandes naciones como Canadá y Estados Unidos.
En este sentido, el país ahora busca algo de rigor administrativo, para sumarle la debida importancia de trazabilidad a sus productos, y Control Union va por ello.
La empresa Control Union Medical Cannabis Standard, de propietarios holandeses, ha diseñado un esquema que le permita a la industria cannábica, no solo de Colombia, sino también de otras partes del mundo, certificarse y contar con un sello de excelencia, a fin de garantizar un producto de la más alta calidad y consistencia en la producción.
La industria fue construida sobre cuatro pilares: los lineamientos de la Organización Mundial de la Salud para buenas prácticas agrícolas y de recolección (GACP) para plantas medicinales; el Estándar Internacional de Buenas Prácticas Agrícolas (GAP, por sus siglas en inglés); las normativas del Gobierno Holandés para cannabis de uso medicinal; y el GACP o Normativas de la Agencia Europea de Medicina para las Materias Primas de Origen Herbario.
¿Qué obtiene la empresa que se certifica?
Fue necesario desarrollar este estándar CUMCS – GAP, puesto que los estándares existentes fueron establecidos para cultivos con fines alimenticios y no medicinales.
Este es el único estándar en el mundo que atiende la industria de cannabis medicinal. Una certificación CUMCS – GAP implica el cumplimiento con buenas prácticas agrícolas (GAP) y las buenas prácticas agrícolas y de recolección (GACP).
Además, cuenta con un módulo de cadena de custodia, garantizando la trazabilidad del producto en todo momento; lo cual es sumamente importante ya que el cannabis medicinal será un ingrediente activo farmacéutico.
Beneficios
Las empresas de cannabis podrán organizarse, documentar los procesos y formalizar el manejo de sus operaciones, para demostrar la calidad del proceso de cultivo.
Para proyectos que están empezando, certificarse les permite tener un norte y estructurar desde el comienzo la arquitectura de la misma empresa. Por otra parte, la certificación de un tercero acreditado, les abrirá el acceso a los mercados internacionales.
Preparación
Coen Esser, gerente general de esta compañía para Colombia y Centroamérica, en entrevista con un medio de la región, destacó que para una empresa acreditarse, antes “debe contar con las licencias para el cultivo, tener la infraestructura de la finca cannábica y ya estar sembrando comercialmente”.
Luego Control Union hará una auditoria y revisará los procedimientos de operación de la finca, el manejo de los procedimientos de los diferentes ciclos de la planta y el producto poscosecha, la infraestructura, tanto desde la seguridad del sitio hasta el invernadero, la formación del personal, entre otros.
Esser confía en que “se proyecta un fuerte crecimiento, pero será necesario que esta nueva industria pueda demostrar al mundo que es una industria seria, profesional y dentro de la ley. Por esto, ella misma empezará a imponerse estándares, como esta certificación, que van mucho más allá de la ley, para poder comprobar que sus procesos son de excelencia”.
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Control Union
En Colombia actualmente esta empresa maneja tres líneas de negocio: la inspección de productos básicos que se brinda en los puertos marítimos, a la hora de embarcar o desembarcar alimentos como aceite de palma, carbón, granos, azúcar, etc.
Además, son uno de los entes certificadores con fuerte presencia en cultivos de banano, aceite de palma, caña de azúcar, café, piña, aguacate y acuicultura; y se dedican a la gestión de las garantías, una alternativa para el financiamiento en el sector agropecuario.
