La última década ha sido un cambio de juego para la industria legal de la hierba, con numerosos estados que legalizan el consumo de marihuana para usos recreativos y medicinales. Llevar estos productos al mercado masivo ha implicado numerosos avances científicos.
En lugar del procesamiento mínimo de la planta, los productores ahora están creando aceites para vapeo, cápsulas, gomitas comestibles y más. A medida que avanzamos hacia una nueva era de consumo de marihuana, será interesante ver cómo los avances tecnológicos cambian la forma en que nos drogamos. Aquí hay algunos proyectos en desarrollo que podrían remodelar radicalmente la industria del cannabis.
La planta de cannabis sativa es una maravilla de la naturaleza, una fábrica de productos químicos que alteran el cerebro como nunca antes se había visto en el mundo. Pero hay una tremenda cantidad de variación entre las cepas de la planta, y cada crecimiento resulta en un equilibrio diferente de THC, CBD y otros elementos. Eso lleva a un mercado robusto de productos, pero difícil de regular. La genómica moderna podría ser la clave para desbloquear el máximo potencial de la planta. Varios productores líderes de cannabis están realizando esfuerzos para secuenciar el ADN de la Cannabis sativa, reuniendo un plan claro de cómo la planta genera la panoplia de productos químicos en su interior.
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Una empresa con sede en Colorado afirma haber desarrollado un método para utilizar la edición de genes CRISPR para cultivar plantas sin THC ni CBD. Estas razas personalizadas también pueden tener diferentes sabores o ser más fáciles de cultivar. Además, están descubriendo enzimas dentro de la planta que producen cannabinoides aún más raros, incluido el CBC, que se cree que tiene poderosos efectos antiinflamatorios. Un objetivo final es extraer los genes que producen estos químicos e implantarlos en levaduras o bacterias, lo que permite la producción industrial sin cultivar una sola planta.
Luces de cultivo eficientes
Uno de los principales problemas con el cultivo de marihuana es que las plantas tienen un apetito voraz por la luz de amplio espectro. En climas tropicales, el sol proporciona todo lo que Cannabis sativa necesita, pero las operaciones de cultivo interior a gran escala dependen de bombillas de descarga de alta intensidad, que son caras y consumen una tonelada de electricidad.
La tecnología LED, que ha revolucionado el mercado de la iluminación del hogar en la última década, está preparada para hacer lo mismo con los cultivadores de cannabis. La NASA ha experimentado con el uso de luces LED para el crecimiento de las plantas en el espacio, y muchos productores de marihuana ya han hecho la transición.
Las bombillas más nuevas pueden emitir un espectro de luz de banda ancha, a diferencia de los modelos anteriores que solo cubrían las frecuencias rojas o azules. Los fabricantes también han introducido lámparas direccionales que apuntan más eficientemente los rayos de luz hacia las plantas en crecimiento.
Los LED también producen mucho menos calor que otras bombillas, lo que permite a los productores ahorrar en control de temperatura y conductos. Podemos esperar que el costo de las configuraciones de iluminación LED crezca drásticamente en los próximos años, reflejando lo que sucedió con las bombillas de consumo.