Si ha consumido cannabis, lo recomendable seria que no conduzca por obvias razones. Los mandamientos a la hora de conducir bajo los efectos de la planta son básicamente los mismos que los del alcohol, incluso en los paises donde se ha legalizado la marihuana.
Uno de los acertijos aparentemente insolubles para las fuerzas del orden y los empleadores ha sido encontrar una forma confiable de detectar si alguien tiene problemas de THC.
Una prueba de alcoholemia puede indicar a los oficiales si alguien está demasiado intoxicado con alcohol para conducir.
Las empresas utilizan análisis de sangre y orina para evaluaciones en el trabajo o antes del empleo para detectar narcóticos ilegales en el sistema de una persona.
Pero el deterioro por THC es más difícil de rastrear
El compuesto puede detectarse en la sangre y la orina mucho después de que hayan desaparecido sus efectos psicoactivos.
El resultado ha sido caótico. Oficiales arrestando a conductores por un roll que disfrutaron hace semanas; organizaciones y empresas que abandonan por completo las pruebas de marihuana; o despidos a empleados por fumar marihuana medicinal cuando no estaban en el trabajo.
Pero un equipo de investigación dirigido por la Universidad de Harvard cree haber encontrado una solución. Recientemente publicaron sus hallazgos en la revista Neuropsychopharmacology.
Una nueva dirección en las pruebas de deterioro
En lugar de depender de la sangre y la orina como las pruebas de drogas tradicionales, los investigadores del Hospital General de Massachusetts utilizaron tecnología de imágenes como una forma no invasiva de buscar patrones de activación en el cerebro asociados con el consumo de cannabis.
Creen que la investigación podría hacer que las carreteras y los lugares de trabajo sean más seguros.
También podría evitar que los empleadores penalicen injustamente a los trabajadores por el uso de hierba en el pasado, incluida la marihuana medicinal.
Jodi Gilman, investigadora del Centro de Medicina de la Adicción en Massachusetts General y profesora asociada de psiquiatría en la Facultad de Medicina de Harvard, dijo que la investigación marca una nueva dirección para las pruebas de deterioro.
“Nuestro objetivo era determinar si el deterioro del cannabis podía detectarse a partir de la actividad del cerebro a nivel individual”, dijo Gilman.
“Este es un problema crítico porque un enfoque tipo ‘alcoholímetro’ no funcionará para detectar el deterioro del cannabis para conducir, lo que hace que sea muy difícil evaluar objetivamente el deterioro del THC durante una parada de tráfico”.
Medición de la activación cerebral provocada por el cannabis
El desafío de medir el deterioro de la marihuana gira en torno al hecho de que la cantidad de THC en el cuerpo no se corresponde con el deterioro funcional.
Pero debido a que el THC puede causar deterioro, los investigadores quieren encontrar una manera de determinar si las personas están, por ejemplo, demasiado drogadas para conducir un automóvil u operar maquinaria en el trabajo.
Para hacer esto, están observando cómo reacciona el cerebro al consumo de cannabis
El estudio involucró a 169 personas a las que los investigadores les dieron THC oral o un placebo.
Aquellos que informaron haberse intoxicado con THC tuvieron un aumento en la concentración de hemoglobina oxigenada, una firma de actividad neuronal de la región de la corteza prefrontal del cerebro. El crecimiento fue notablemente más alto que aquellos que informaron intoxicación baja o nula.
Detectar el nivel de concentración de hemoglobina oxigenada en la corteza prefrontal no es tan difícil como podría sugerir leer esas palabras juntas.
Los investigadores de Massachusetts escribieron que el equipo de prueba podría caber en un dispositivo liviano alimentado por batería adecuado para pruebas en la carretera
También escribieron que es posible incorporar la tecnología en una diadema o gorra, eliminando la necesidad de un tiempo de configuración extenso.
Si bien el Hospital General de Massachusetts y Harvard dicen que quieren hacer más pruebas, creen que están en el camino correcto.
“Las empresas están desarrollando dispositivos de alcoholímetro que solo miden la exposición al cannabis pero no el deterioro del cannabis”, dijo Gilman. “Necesitamos un método que no penalice a los usuarios de marihuana medicinal u otros con cantidades insuficientes de cannabis en su sistema para afectar su desempeño.
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