Al inicio de 2020, más de una docena de estados parecían decididos a legalizar la marihuana con fines recreativos o médicos para fines de año. Ahora que la pandemia de coronavirus ha abrumado casi todos los aspectos de la vida estadounidense, parece que solo un puñado de estados podrán promulgar la reforma a la marihuana.
La pandemia ha afectado los esfuerzos de legalización en dos frentes: primero, en un momento de distanciamiento social, los defensores en algunos estados simplemente no pueden reunir las firmas que necesitan para llevar el tema a la boleta electoral. En segundo lugar, los legisladores estatales que podrían haber aprobado la legalización de la marihuana antes cambiaron rápidamente a otras prioridades una vez que comenzó la crisis del coronavirus.
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Los esfuerzos para conseguir la legalización recreativa en la boleta electoral en Arkansas, Montana, Missouri, Dakota del Norte y Oklahoma se han estancado, al igual que los esfuerzos de legalización médica en Idaho y Nebraska. Eso podría cambiar si el brote de coronavirus disminuye más rápido de lo esperado o si los tribunales permiten que los organizadores recopilen firmas en línea, pero las cosas no se ven bien en este momento.
La pandemia también ha frustrado los esfuerzos de los legisladores estatales para legalizar la marihuana. El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, dijo anteriormente que la legalización de la marihuana era una prioridad para él. Ahora que su estado sufre el peor brote de coronavirus en los EE. UU., lo rechazó diciendo: “Demasiado [para lidiar con], muy poco tiempo”.
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Los legisladores también han desviado la atención de la legalización recreativa en Connecticut, New Hampshire y Vermont, además de la legalización médica en Kentucky y Alabama, aunque es posible que algunos de los estados vuelvan al tema más adelante este año.
