Si bien en el pasado el cáñamo era un material muy utilizado en multitud de industrias, los productos sintéticos lo acabaron desplazando. Ahora, gracias al empeño de muchos ingenieros, se está convirtiendo en una alternativa a los habituales elementos que se utilizan en la construcción.
Los prejuicios con los que la humanidad lleva tratando durante siglos a la marihuana, nos han arrastrado a una situación rocambolesca. Y aunque algunos profesionales en el área lo descartan, son numerosos los beneficios que puede reportar el cáñamo a las viviendas: desde una mayor resistencia al paso del tiempo hasta unas características aislantes más ventajosas.
Dejando a un lado los múltiples beneficios medicinales que nos aporta y que todavía no están reconocidos pese a las evidencias científicas que existen, el cáñamo tiene otros muchos usos, como quedó demostrado en el pasado. Sin embargo, gracias al empeño de unos cuantos, se están dando pasos para que el cannabis vuelva a utilizarse en lugar de los materiales sintéticos, que en su día lo desplazaron de multitud de industrias.
Uno de los sectores en el que han quedado probadas las ventajas de utilizar el cáñamo industrial en lugar de otros materiales es la construcción. Por diversos motivos, reporta ventajas tanto a los constructores como a residentes, e incluso para el medio ambiente. Pero la mala imagen del cannabis hace que no se consideren las recomendaciones de los arquitectos que abogan por utilizar bloques de este material natural. No importa que, además de ofrecer mejores prestaciones para todas las partes implicadas, ayude a conseguir un mundo más sostenible.
Material más robusto
Aunque muchos no lo quieran ver, ya sea porque afecta a su negocio o porque detectan un riesgo solo por tratarse de cannabis, el cáñamo industrial tiene unas propiedades excelentes como material de construcción.
Como se ha demostrado en distintas experiencias e investigaciones, las edificaciones con este material no son más sólidas y resistentes que aquellas en las que se empleó adobe tradicional u otro método. Los muros son tan robustos que pueden soportar hasta varias plantas sin necesidad de pilares o de alguna otra estructura vertical que sirva para levantar las paredes.
Otra de sus principales cualidades es que, al contrario de lo que ocurre con métodos de construcción y materiales alternativos, los bloques hechos con cáñamo industrial aumentan su firmeza a lo largo del tiempo. Esto se debe, entre otros motivos, al proceso de petrificación de las fibras de cáñamo, que provoca que se incremente la resistencia mecánica con el paso de los años.
Viviendas bioclimáticas
También es importante destacar el importante papel que juega como aislante térmico. Si bien con otros materiales es imprescindible construir dobles muros o añadir ciertos componentes aislantes, con los bloques de ‘Cannabis sativa’ no es necesario, puesto que su conductividad térmica es mucho menor que la del ladrillo y tiene una elevada inercia térmica: aísla mucho mejor la vivienda tanto del frío como del calor.
Por lo tanto, además de ser menos perjudicial para el medioambiente a la hora de fabricarse, también contribuye a un planeta más sano, puesto que evita recurrir a otros métodos para mantener las viviendas a una temperatura adecuada. A esto hay que añadir que es muy resistente al fuego, aísla de forma eficaz de la humedad e incluso nos protege de los ruidos de los vecinos.
Un sector en auge
La encargada de desarrollar y patentar la técnica de construcción con bloques de cáñamo industrial fue la arquitecta alemana Monika Brümmer. Desde su etapa universitaria se percató de las enormes ventajas que podía reportar esta planta en la construcción. En 1999, decidió crear Cannabric, un estudio de arquitectura ecológica con sede en Guadix (Granada), donde emplea distintos materiales biológicos en sus proyectos. Fue entonces cuando comenzó a fabricar con cáñamo sus propios bloques, conocidos como ‘cannabrics’, que cumplen las mismas funciones que los ladrillos convencionales, pero con las ventajas que referimos antes.
Para fabricar estos bloques, lo que hacen es mezclar las fibras del cáñamo con cal hidráulica natural y minerales como la arcilla, previamente reciclados. Esta combinación se prensa luego y se deja al aire libre para curarla a temperatura ambiente. De esta forma, también se produce un ahorro energético, puesto que no se precisa ninguna energía para realizar la cocción, como sí que ocurre con otros materiales.
Variedades
En el catálogo de Cannabric también encontramos otros productos, como paneles prefabricados, mantas para aislar térmicamente las construcciones y fieltros de amortiguación acústica. Esto se debe a que, más allá de los proyectos de obra nueva, son muchos los que utilizan este material para rehabilitaciones de viviendas rurales o turísticas, o incluso aclimatar cuevas para habitar.
No debemos olvidar que el cáñamo industrial, es decir, aquel que tiene un THC inferior al 0,2 %, es muy sencillo de cultivar. Su resistencia hace que no se necesiten ni abonos ni pesticidas.
Así, por mucho que algunos se empeñen en hacer caso omiso o negarlo, hay proyectos en el mundo que demuestran que el cannabis está llamado a ser uno de los materiales ecológicos que van a revolucionar este sector, para así lograr que las casas del presente y del futuro sean más sostenibles, duraderas y respetuosas con nuestro entorno.
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