En Venezuela, lo concerniente a la legalización y despenalización de la marihuana es un tema tabú; es decir un tema desconocido y cargado de mitos. Las propuestas al respecto para colocar en debate el cannabis y su legalización para consumo y autocultivo es opacado, existe poca claridad sobre las cifras de consumidores de esta planta y su producción en el país, lo cual contribuye al poco o nulo interés que tiene la sociedad venezolana al respecto.
Además lo correspondiente a la criminalización de la marihuana, se enfrenta tanto en el ámbito de la salud como el recreativo, igualmente el abordar el tema formativo educativo y cultural producto de esta acción de criminalización, alimentada a su vez por el desconocimiento; resulta también en un espacio vedado. Esta es otra de las razones por las que no se discute la legalización de la marihuana, así por ejemplo en un sondeo realizado en 2014 reseña el poco interés de la población venezolana sobre este tema, a pesar de ser Tendencia Mundial, debido a la gran cantidad de investigaciones que se realizan para el uso terapéutico-elaboración de medicamentos-, productos de belleza, alimenticios, fibras textiles entre otros.
Por otro lado, las declaraciones acerca de intenciones por legalizar la marihuana en Venezuela, son muy dispersas y sin búsquedas de concreción para colocar la discusión en la cotidianidad, tampoco en el escenario político de esta nación. En ejemplo de ello en 2013, el canciller de ese momento Elías Jaua, señaló que sería una medida innovadora la legalización de la marihuana; sin embargo el tema no volvió a tocarse de parte del gobierno, ni en ningún otro escenario comunicativo.
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Mas luego, fue retomado por uno de los candidatos a la Asamblea Nacional Constituyente, sobre la legalización del consumo de marihuana en las universidades, igualmente fue una declaración que no volvió a tener repercusión dentro de la sociedad venezolana para su debate.
