Un estudio reciente ha revelado que no hay pruebas de que las duras políticas de prohibición impidan que los jóvenes consuman cannabis. Asimismo, al analizar los datos sobre el consumo de cannabis entre más de 100 mil adolescentes en 38 países incluyendo Inglaterra, Estados Unidos, Rusia, Francia, Alemania y Canadá, el estudio, realizado por la Universidad de Kent, no encontró asociación entre políticas más liberales sobre el uso de cannabis y tasas más altas de consumo de cannabis en adolescentes.
“Mi nuevo estudio se une a varios otros que no muestran la evidencia de un vínculo entre penas más severas y menor consumo de cannabis”, explicó Alex Stevens, profesor de la Escuela de Política Social, Sociología e Investigación Social de la Universidad de Kent.
“Esta es una información útil para los gobiernos, ya que consideran la mejor manera de lidiar con el cannabis. Tal como está, los daños y los costos de imponer condenas penales a las personas que consumen cannabis no parecen estar justificados por un efecto en la reducción del consumo de cannabis”.
El nuevo estudio, publicado en el International Journal of Drug Policy, cuestionó un estudio de 2015 que concluyó que existía una asociación entre las políticas liberales referentes al cannabis y una mayor probabilidad de consumo entre adolescentes. Esta investigación se usó más tarde para justificar advertencias contra el acceso regulado y legal de la marihuana.
Stevens afirmó que estos hallazgos se basaban en una interpretación errónea de los propios resultados numéricos del estudio, y su nuevo análisis incluyó una recopilación más amplia de datos, que explican las diferencias en el consumo de cannabis entre niños y niñas en diferentes países. El profesor no encontró una asociación significativa entre la liberalización de políticas y el consumo de cannabis en adolescentes.
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La noticia llega cuando México parece convertirse en el tercer país ―después de Uruguay y Canadá―, en legalizar el cannabis, y cuando también hay creciente activismo en Inglaterra para que el país siga su ejemplo, a fin de proteger a los consumidores, al tiempo que reduce los costos de vigilancia y evita que el crimen organizado se beneficie del mercado ilícito.