Bajo la marca de Cann4, el mexicano Christian Roman viene desarrollando la fórmula de una leche en polvo para recién nacidos infusionada con CBD o cannabidiol, un componente del cannabis rico en propiedades medicinales.
“Este producto se puede suministrar cuando las mujeres no tienen mucha producción de leche materna. Los endocannabinoides de esta leche que ingiere el recién nacido controlan cuatro puntos principales que son muy importantes para su desarrollo en esta etapa”, dice el fundador y director general de Cosmos Cannabis Group, comercializadora de productos hechos a base de cannabis.
“Una de ellas es que ayuda a conciliar el sueño, despierta el apetito, controla el dolor en caso de que los niños sufran cólicos y refuerza el sistema inmunológico”.
El cannabis en américa latina
Tras la aprobación del reglamento de la ley del cannabis para uso medicinal en México en 2018, para Roman, el cielo es el límite a la hora de desarrollar más oferta de productos con CBD.
Por lo pronto, el consultor internacional de cannabis desarrolla la marca de bocaditos infusionados con CBD, Canna Botana y la de productos lácteos, Lacto Cannabis.
Hasta hace poco, Cosmos Cannabis Group manufacturaba y vendía en Estados Unidos a través de páginas web de venta especializada gotas con CBD para los ojos que estabilizan la presión intraocular, detienen el daño del nervio óptico y la pérdida total de la visión producto del glaucoma, además de agua infusionada con CBD recomendada para personas mayores, pacientes con enfermedades y deportistas, debido a sus propiedades antiinflamatorias.
Hoy, con la apertura de su país natal y de otros mercados en América Latina, se ha abierto una gran ventana para la industria del cannabis.
Así como otros países de la región y el mundo, México ha dado un paso más allá respecto con la regulación del cannabis para uso medicinal. Recientemente, la Comisión Federal contra la Protección y Riesgos Sanitarios (Cofepirs) liberó la comercialización, exportación e importación de 57 productos con cannabis entre suplementos, cosméticos, alimentos y materia prima con hasta 1% de THC o tetahidrocannabinol, componente psicoactivo del cannabis.
Incluso, con el cambio de gobierno, ya se habla de su legalización para uso recreacional en México, un país donde las rígidas políticas contra el narcotráfico han sido infértiles y que ve la legalización como una vía para revertir la situación de extrema violencia por la que pasa.
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