El debate sobre la legalización de la marihuana para uso recreativo y de adultos en Nueva York se ha estado gestando durante los últimos dos años después de que los demócratas tomaron el control de la legislatura estatal, pero los desacuerdos sobre el tema junto con una pandemia global lo han mantenido fuera del alcance de los legisladores.
Eso podría cambiar el próximo año cuando la Legislatura regrese a Albany, pero los demócratas aún permanecen divididos sobre ciertos aspectos del tema que probablemente complicarán las negociaciones.
Eso podría cambiar el próximo año cuando la Legislatura regrese a Albany, pero los demócratas aún permanecen divididos sobre ciertos aspectos del tema que probablemente complicarán las negociaciones.
El principal de ellos es lo que hará el estado con los ingresos fiscales de la industria de la marihuana, que se espera que genere alrededor de $ 300 millones anuales cuando se estabilice el programa, según proyecciones del estado. Los demócratas que lideran las negociaciones sobre el tema en la Legislatura respaldaron un proyecto de ley, llamado Ley de Regulación e Impuestos sobre la Marihuana, que destinaría la mitad de esos ingresos a invertir en comunidades donde las leyes estatales sobre drogas se han aplicado a tasas más altas.
La legislación está patrocinada por dos de los demócratas más influyentes de la legislatura estatal: la líder de la mayoría de la Asamblea, Crystal Peoples-Stokes, demócrata por Erie, y la senadora estatal Liz Krueger, demócrata por Manhattan, que preside el Comité de Finanzas del Senado.
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“Las personas con las que he estado trabajando y están comprometidas con este modelo, sienten muy firmemente que los ingresos deben usarse con fines de justicia social, para ayudar a reparar el daño causado en las comunidades pobres de color por nuestras fracasadas guerras contra las drogas”, dijo Krueger.
Los datos estatales han demostrado que históricamente las personas de color son arrestadas con más frecuencia por posesión de marihuana que las personas blancas en la ciudad de Nueva York, por ejemplo. Lo mismo ha sucedido en ciudades como Albany, según el Times Union.
Es por eso que legisladores como Krueger quieren usar una parte significativa de los ingresos de la industria de la marihuana para ayudar a las comunidades más afectadas por las leyes estatales sobre drogas.
Según la propuesta, el estado crearía un fondo especial que se utilizaría para otorgar subvenciones a organizaciones comunitarias sin fines de lucro y entidades gubernamentales locales que trabajan para apoyar las necesidades de esas comunidades, desde la colocación laboral hasta los servicios legales.
