La música la podemos encontrar dentro de los elementos, rituales que forman parte de la cultura cannabica, a partir de la escucha de una buena pieza musical se generan experiencias inigualables. Es así que muchos (as) fumetas al encender un porro, también encendemos nuestros dispositivos para colocar el disco correcto, la canción correcta. También es importante señalar como artistas musicales y escritores hacen mención de esta combinación como un modo creativo bien interesante.
Sabemos entonces, a partir de esta combinación pertinente que la percepción musical tiende a alterarse y además se agudiza, por ello, solemos calificar como “mejor” lo relativo al escuchar un disco del género musical con el que más nos identificamos. Así por ejemplo lo declaró Carl Sagan, la marihuana lo ayudó a comprender mejor los principios de armonía y contrapunto. Pero no solamente lo ha declarado este escritor y astrofísico, también lo señalaron en más de una oportunidad Louis Armstrong, Bob Dylan, Los Beatles entre otros artistas y agrupaciones musicales sobre la percepción musical al fumar un canuto. Es decir, el cannabis influye sobre los procesos creativos de manera positiva.
Vale decir que la potencia psicoactiva del THC, logra estimular el conjunto de centros de placer del cerebro humano. Se combinan los cannabinoides de la planta con los cannabinoides presentes en el sistema cannabinoide humano. De esta manera, nuestro sentido auditivo se enfoca en escuchar la pieza musical de la que estemos disfrutando; así mientras se desarrolla las canciones del disco y seguramente en algunas más que otras tendemos a escuchar cada una nota a nota.
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Por otro lado, nuestro subconsciente continúa desplazándose y conformando lo relacionado a las expectativas que podamos construir; sin embargo la presencia de la música propicia un ambiente en el que nota a nota vamos detallando lo imperceptible de ella, creando así una atmósfera en la que se despiertan nuestros sentidos auditivos y rítmicos.