Mike Tyson ha encontrado la paz en la medicina psicodélica y ahora quiere compartir ese mensaje con el mundo.
Universalmente reconocido como uno de los mejores boxeadores de peso pesado de la historia, así como uno de los atletas mejor pagados de todos los tiempos , Tyson se une a la creciente lista de celebridades que abogan por el uso terapéutico de psicodélicos como los “hongos mágicos” y el LSD.
La carrera de Tyson estuvo marcada por el éxito profesional y la controversia personal.
Ahora, después de experimentar los beneficios de los psicodélicos por sí mismo, “Kid Dynamite” se está preparando para atacar la crisis mundial de salud mental con una inversión personal en Wesana Health, una empresa de biotecnología en el espacio de los psicodélicos medicinales.
Un camino hacia la curación con drogas psicodélicas
El primer encuentro del luchador con alucinógenos se produjo a una edad muy temprana, mientras crecía en Brooklyn a mediados de la década de 1970.
“Tomé ácido al principio de mi vida y fue una mala experiencia, nunca lo volví a hacer. Lo hice una vez en mi vida cuando tenía como once años”, dice en una entrevista.
Siendo tan joven, Tyson no pudo reconocer que los psicodélicos como el LSD podían ofrecer un potencial curativo si se aplicaban en el contexto adecuado.
Casi cuatro décadas tuvieron que pasar hasta que el luchador tuvo una segunda ronda de psicodélicos. Durante ese tiempo, Tyson se convirtió en el boxeador más joven en ganar un título de peso pesado, saliendo victorioso de 50 de sus 58 peleas, 44 de ellas por nocaut.
Sin embargo, su vida personal estuvo plagada de inestabilidad emocional, abuso de sustancias y problemas persistentes con la ley.
“A medida que crecí, me presentaron al sapo y luego tomé varias medicinas para plantas y animales”, dice, haciendo referencia al 5-MeO-DMT, una sustancia psicodélica muy potente producida naturalmente por el sapo del desierto de Sonora.
Actualmente, el 5-MeO-DMT se está investigando clínicamente para diversas indicaciones de salud mental, incluida la depresión resistente al tratamiento.
Tyson comenzó a usar psicodélicos de forma terapéutica hace unos cinco años y afirma que las experiencias marcaron un cambio tan profundo en su vida que “nunca volverá a ser el mismo”.
Después de una vida de excesos, el boxeador convertido en empresario dice que los psicodélicos le enseñaron una lección sobre el valor de la moderación.
“¿Ves cuánto cambió mi vida hace cinco años? Yo era un drogadicto hace cinco años. Ni siquiera pensé que podría sobrevivir. Luego me introdujeron en la medicina animal y vegetal”, dice Tyson.
“Antes siempre leías sobre mí en los periódicos, haciendo algo negativo. Ahora, ¿qué le pasó a ese tipo? Ya no me ves de fiesta. Esa ya no es mi vida”, dice con orgullo.
Para los pacientes sometidos a tratamiento con drogas psicodélicas, parte de los efectos beneficiosos de estas sustancias se remonta a su capacidad para inducir un estado de asombro o una experiencia de tipo místico. Se ha descubierto que estos estados mentales espirituales inducidos químicamente producen beneficios psicológicos constantes y duraderos.
Para Tyson, los psicodélicos también abrieron una puerta hacia el crecimiento espiritual que se reflejó en sus propias mejoras personales.
“Es difícil articularlo desde mi perspectiva, pero los psicodélicos me ayudaron a asumir mi relación con Dios”, agregó Tyson, quien se describe a sí mismo como un musulmán que “tiene las características de muchas religiones”.
“No lo uso para recreación, no soy un usuario recreativo”, dice. “Esto solo se hace desde una perspectiva espiritual. Vamos a las ceremonias, ya sabes, tenemos que dar testimonio y ser humildes”.
Un viaje a la industria de los psicodélicos
Las experiencias exitosas de Tyson con los psicodélicos lo llevaron a invertir su propio capital en esta industria en crecimiento, que ya ha visto varias compañías unicornio cotizadas en la NYSE y el Nasdaq.
El emprendedor, que ya lidera la marca de cannabis Tyson Ranch, se convirtió en inversionista y asesor de Wesana Health, una empresa que investiga psicodélicos como la psilocibina en el tratamiento de la lesión cerebral traumática y la encefalopatía traumática crónica, dos afecciones graves que suelen experimentar los atletas de combate, que como de hoy no tienen cura conocida.
El director ejecutivo Daniel Carcillo es un ex extremo izquierdo de la NFL que curó su encefalopatía traumática crónica prolongada explorando diferentes protocolos terapéuticos con psilocibina y otras medicinas alternativas.
En mayo, la compañía anunció un proyecto conjunto con el Consejo Mundial de Boxeo para estudiar el potencial terapéutico de la psilocibina para reducir los efectos y síntomas de la lesión cerebral traumática en los boxeadores.
“Hay un montón de empresas con las que participar, pero es sólo la correcta que me conviene. Y creo que Wesana, son los correctos con mi personalidad, creo que encajó muy bien”, dice Tyson antes de su participación en Wonderland: Miami, un evento de la industria psicodélica que se llevará a cabo en noviembre.
“Estoy involucrado con todo el equipo y esto es lo que estamos haciendo, estamos educando a la gente”, dice Tyson.
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