Los neozelandeses han rechazado por poco una propuesta para legalizar la marihuana recreativa, según los resultados oficiales del referéndum publicados el viernes.
El voto “no” obtuvo un apoyo del 50,7%, en comparación con el 48,4% a favor de la legalización, dijo la Comisión Electoral de Nueva Zelanda.
La cifra de aquellos que se oponen a la marihuana recreativa se redujo del 53,1% registrado en los datos preliminares publicados la semana pasada, pero aún mantuvo una pequeña mayoría.
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También dijo que los resultados finales de un segundo referéndum para introducir la eutanasia confirmaron un apoyo abrumador a la medida, con un 65,1% a favor y un 33,7% en contra.
La primera ministra Jacinda Ardern, que votó a favor de ambas propuestas, ha prometido honrar los resultados de la votación, lo que significa que es poco probable que el tema del cannabis sea revisado en su mandato actual.
Sin embargo, la cercanía de la votación alentará a los defensores de la reforma, quienes argumentan que los grupos desfavorecidos como la comunidad maorí son un objetivo desproporcionado según las leyes actuales.
Los referendos duales se llevaron a cabo el 17 de octubre, junto con las elecciones generales que devolvieron a Ardern al poder con una mayoría aplastante.
Ardern no reveló su posición sobre el debate sobre el cannabis recreativo durante la campaña electoral, aunque la mujer de 40 años admitió haber fumado marihuana “hace mucho tiempo”.
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Los defensores de la apuesta por legalizar el cannabis expresaron su decepción porque la primera ministra de Kiwi no reveló su apoyo al proyecto de ley hasta después de la votación.
La ley de eutanasia, que contó con el apoyo de ambos partidos, entrará en vigencia en noviembre del próximo año. Nueva Zelanda se unirá a solo otros cinco países que han legalizado la eutanasia: Bélgica, Canadá, Colombia, Luxemburgo y los Países Bajos.
Permite que un adulto mentalmente sano que tiene una enfermedad terminal que probablemente lo mate en seis meses y está experimentando un “sufrimiento insoportable” solicite una dosis fatal de medicamento.
La solicitud debe ser firmada por el médico del paciente y un médico independiente, y se debe llamar a un psiquiatra si alguno de ellos tiene dudas sobre la capacidad de la persona para tomar una decisión informada.