Han pasado dos años de que el estado de California legalizó el cannabis con fines recreativos desde entonces se ha recaudado alrededor de 1.000 millones de dólares en impuestos.
Fue en enero del pasado 2018, cuando entró en vigencia la regularización de la hierba en California, el dinero recaudado va destinado tanto a escuelas como a seguridad pública, investigación o familias con bajos ingresos.
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Los número son buenos y demuestran que hay bastante salud en el negocio. Sin embargo, dos puntos negros. Por una parte, los vendedores quieren que se bajen los impuestos, como era de esperar, porque creen que es necesario para que puedan mantener las ventas.
Por otra parte, las previsiones por parte de los expertos fueron de que los ingresos por impuestos serían de 1.000 millones al año, cosa que no ha pasado ¿El motivo? Se apunta a que el mercado negro sigue siendo fuerte y desvía un alto número de ventas en esa dirección. También se ha dado una situación adicional: las ventas se redujeron considerablemente a finales de 2019.
Aún así, las estimaciones de este año 2020 es que a finales de diciembre se vuelva a alcanzar la recaudación esperada de 1.000 millones por año.
