El aceite de CBD es uno de los nichos de más rápido crecimiento en la salud humana y animal. Sin embargo, a pesar de la creciente investigación sobre sus beneficios para la salud, algunos veterinarios aún no están dispuestos a discutir su uso con los clientes.
En esta oportunidad se plantea algunas de las razones de esa reticencia, así como también cómo abrir una conversación con su veterinario sobre este producto natural.
Además, exploraremos cómo encontrar un aceite de CBD de alta calidad para su mascota, un producto legal y natural.
Contrariamente a las ideas erróneas populares, existe un sólido cuerpo de investigación médica sobre el cannabis que se remonta a más de 30 años.
Los investigadores a principios de la década de 1990 identificaron el Sistema Endocannabinoide, un sistema biológico previamente desconocido que desempeña un papel crítico en la regulación de una variedad de otras funciones del sistema en el cuerpo, incluido el metabolismo, la salud de la piel, la inmunidad, el estado de ánimo y la digestión, por nombrar algunos.
Hace varios aos, dos de los compuestos encontrados en el cannabis han recibido mucha atención en la investigación de laboratorio en animales de laboratorio y humanos: THC y CBD. El THC es el compuesto que se encuentra en las cepas médicas y recreativas de cannabis que, entre otras cosas, crea el efecto “alto”.
El CBD, también conocido como cannabidiol, no causa el mismo efecto elevado, pero se ha demostrado en cientos de estudios médicos que activa el sistema endocannabinoide de maneras que promueven la salud de varias maneras.
Debido a una financiación más limitada, la investigación veterinaria tiende a estar detrás de la investigación sobre medicamentos para humanos. Dicho esto, recientemente se han realizado algunos estudios veterinarios notables que estudian específicamente el CBD en perros.
Por ejemplo, dos áreas de investigación veterinaria sobre CBD y perros incluyen ensayos clínicos que exploran su efecto sobre las convulsiones y la osteoartritis en perros.
