Un nuevo estudio examinó los efectos que tienen en los jóvenes una variedad de sustancias, como la marihuana, la nicotina, el alcohol y los opioides.
Con más estados implementando nuevas regulaciones sobre la marihuana, algunos legisladores están prestando especial atención a este número: el 11 por ciento de los adolescentes que consumen marihuana durante un año informaron que dependen de ella.
El CDC dice que también se ha demostrado que causa retrasos en el desarrollo y el procesamiento en los adolescentes que lo usan con regularidad.
Sin embargo, la marihuana medicinal ha recibido mucha atención por su eficacia en afecciones pediátricas como convulsiones y autismo.
“Creo que la marihuana es una de esas cosas de las que la gente sospecha demasiado o no es lo suficientemente cuidadosa. Y creo que la marihuana en sí no es buena ni mala, la forma en que se usa puede ser buena o mala”, dijo la Dra. Wendy Ross, de Centro para el autismo y la neurodiversidad en Jefferson Health.
Si bien el estudio señaló que las tasas de dependencia eran mucho más altas de los opioides, el tabaco y el alcohol, la marihuana está en más titulares a medida que aumenta la cantidad de estados que legalizan el uso recreativo en adultos.
El Dr. Ross dice que es importante descifrar el uso médico del uso recreativo, especialmente en menores.
“Sería una lástima que ese estudio aumentara el estigma en torno a la marihuana y evitara que las personas a las que sí ayuda, que la obtienen bajo la supervisión de un médico, se beneficien. Pero creo que debemos prestar atención a advertencias en ese estudio para los niños que están teniendo en sus manos la marihuana y la usan sin supervisión”, dijo.
Ross agrega que el consumo de alcohol, tabaco y opioides son más peligrosos que la marihuana, pero todas esas sustancias, cuando se abusa o simplemente se usan de manera incorrecta, pueden comprometer un cerebro en crecimiento.
