De acuerdo con los proveedores de agua en Nuevo México, los cultivos de cannabis están incumpliendo las exigencias de la ley estatal, pues utilizan el agua potable local para regar sus cultivos, en lugar de adquirir sus propios derechos de agua.

Asimismo, cabe señalar que el programa de marihuana medicinal de Nuevo México ha sido un rotundo éxito y ha permanecido en constante crecimiento desde su inicio en 2007. De hecho, desde el mes pasado (diciembre), más de 80,000 pacientes están consumiendo cannabis legalmente para tratar casi 30 afecciones, y los reguladores pueden ampliar el programa aún más.
Si bien esta expansión constante no deja de ser una gran noticia para los pacientes y líderes de la industria, la creciente demanda de marihuana está ejerciendo una gran presión sobre el suministro de agua del estado.
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Proveedores de agua advierten a las autoridades
El mes pasado, dos compañías de agua en el condado rural de Sandoval escribieron una carta a las autoridades estatales advirtiendo que los productores locales de cannabis estaban agotando sus suministros de agua. La carta explica que estos dos proveedores solo están equipados para tratar con pequeñas poblaciones rurales. El Distrito de Agua y Saneamiento de Peña Blanca suministra agua a 448 personas en el lado este del Río Grande entre los pueblos Cochiti y Kewa, y la Asociación Mutua de Agua y Alcantarillado Sile Mutual sirve a 154 personas que viven al oeste del río en la misma área.
Según el presidente del distrito de Peña Blanca, John Gurule, el hogar promedio en el sistema, usa alrededor de 3,000 galones de agua por mes. Pero cuando las granjas de cannabis se instalaron en la zona, la demanda de agua se disparó. Una sola granja de cannabis con múltiples invernaderos en el área de Peña Blanca está registrando 20,000 galones de uso de agua doméstica por mes, lo que afecta el suministro total de agua.