Coloquialmente hablando, una pálida podríamos llamarlo un consumo en exceso de cannabis. Quien más y quien menos en sus años de consumidor habrá sufrido alguna, resultado en la mayoría de casos de un exceso.
Son varios los factores que pueden hacer que los síntomas sean más elevados. Desde la combinación de cannabis con alcohol o el cannabis ingerido en lugar de fumado, hasta el cansancio físico o mental, la falta de alimentos y líquidos o incluso las condiciones ambientales como calor y humedad excesiva. Las consecuencias son una disminución de la presión arterial, náuseas, mareos, ataques de pánico y hasta paranoia. Esto se debe básicamente a una sobre-estimulación del sistema endocannabinoide.
Cuando el sistema cannabinoide se ve sobreestimulado, el cerebro comienza a liberar hormonas con el fin que que nuestro cuerpo siga irrigando sangre a los órganos vitales. Por ello son también frecuente que los temblores, la sudoración o el frío sean comunes. Afortunadamente, el cannabis es una sustancia muy segura aún en dosis excesivas y los efectos no durarán más de unas pocas horas. Pero además podemos acelerar la recuperación con estos cinco consejos.
TRUCOS PARA COMBATIR UNA PÁLIDA
Ingiere alimentos y bebidas azucaradas. Desde un refresco a un trozo de tarta es un remedio rápido y eficaz para contrarrestar un exceso de cannabis. Uno de sus efectos inmediatos, es la de provocar una caída en los niveles de azúcar en la sangre. Ésto a su vez causa debilidad, malestar general o incluso la pérdida momentánea del conocimiento.
Mantén conversaciones calmadas. Es complicado en ocasiones, pero es estas situaciones se debe ser consciente de que es sólo un efecto pasajero que desaparecerá en poco tiempo. Y no ayudan para nada conversaciones tensas. Conviene mantener una conversación sobre otros temas. Ayudará a distraer la atención y no pensar en el estado que se sufre.
Usa un emoliente. El cannabis cuando se fuma, suele causar sequedad bucal. Y ni bebiendo grandes cantidades de agua desaparece en ocasiones. Ésto se debe a la presencia de receptores cannabinoides en las glándulas submandibulares, encargadas de la producción de entre un 60 y un 70% de la saliva. El THC se une a estos receptores y bloquean la acción de los compuestos que inducen esta producción.
Ventílate y refréscate. También llegan a ser comunes los sudores fríos y las sensaciones de sofoco. Y nada mejor que tomar un poco de aire fresco. Sal al exterior o siéntate cerca de una ventana y respira despacio, profundo, relajándote en la medida que te lo permita tu estado.
Acuéstate a descansar. El cuerpo es lo que te pedirá, descanso e incluso un buen sueño reparador. Si es posible hazlo con las piernas en alto, ya que mejorará la circulación. En pocas horas serás una persona nueva y con la misma energía.
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