El cannabis es la droga más popular del mundo. Diferentes estudios dicen que aquellos que pertenecen a la comunidad LGBTQ fuman más cannabis que los heterosexuales por un margen significativo.
Si bien la mayoría de los estudios de cannabis que analizan los hábitos de consumo de las personas dependen de la autoinforme y no se llevan a cabo en un entorno controlado, diferentes estudios sugieren que las personas LGBTQ tienen una actitud más positiva hacia la droga. Un estudio de 2009, publicado en la revista Psychology of Addictive Behaviors, encontró que los hombres homosexuales fumaban aproximadamente cuatro veces más que los hombres heterosexuales. Las mujeres lesbianas fumaban seis veces más que las heterosexuales.
Estos hallazgos también se replican en los grupos demográficos más jóvenes, y los adolescentes que pertenecen a la comunidad LGBTQ tienen más probabilidades de consumir cannabis, a la vez que están más inclinados a consumir otras sustancias, como el alcohol y la nicotina. Los miembros jóvenes de LGBTQ enfrentan más factores estresantes que sus contrapartes heterosexuales, lo que resulta en tasas más altas de suicidio, acoso y más.
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Hay muchas razones por las cuales estos resultados podrían estar ocurriendo, pero los expertos creen que tiene algo que ver con el hecho de que las personas que pertenecen a la comunidad queer tienen más probabilidades de sufrir ansiedad y otros trastornos de salud mental.
Tal vez los miembros de la comunidad queer encuentren refugio en el cannabis, utilizándolo como fuente de alivio. Es más probable que se encuentren con la droga antes y tengan menos prejuicios que otros. También existe el hecho de que las personas homosexuales tienen hijos más adelante en la vida en comparación con sus homólogos heterosexuales, lo que les da más tiempo para explorar y usar la droga.
Se necesita más investigación para sacar conclusiones significativas, pero es interesante preguntarse por qué la comunidad LGBTQ parece tener tanta afinidad por la hierba.
