La población veterana en los Estados Unidos, como cualquier otro grupo demográfico en la sociedad, enfrenta la ansiedad y el trauma asociados con COVID-19 .
Las organizaciones nacionales de veteranos que se centran en cabildear para la atención de la salud y la financiación de beneficios en el Congreso, se han centrado durante mucho tiempo en las modalidades de atención de la salud mental. Con inquietantes informes de suicidios y los síntomas bien documentados de las tropas que regresan de la guerra, se ha convertido en imperativo que los defensores de la comunidad veterana del cannabis examinen la variedad de tratamientos y se aseguren de que los que sean efectivos sean accesibles.
Para una gran cantidad de veteranos, el cannabis es el tratamiento que funciona. Y debido al aspecto único del federalismo, con algunos estados que permiten el acceso y otros, junto con el gobierno federal, lo restringen, existen desafíos.
Esto ha sido iluminado por la pandemia de coronavirus. Los veteranos necesitan opciones de cannabis ahora más que nunca, y restringirlo por parte de funcionarios gubernamentales y cerrar dispensarios plantea un grave peligro para los veteranos en este momento.
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Tomemos Massachusetts, por ejemplo, donde el Veterans Cannabis Project (VCP) recientemente colocó un anuncio de página completa de una carta que la organización escribió al gobernador Charlie Baker instándole a declarar los dispensarios de cannabis como “servicios esenciales” para que estos tratamientos sean accesibles, especialmente en estos tiempos de miedo para las personas.
La brecha educativa entre la mayoría de los formuladores de políticas y los líderes de la comunidad de veteranos es sorprendente en los temas del tratamiento del cannabis y esta vez es mucho peor. Para aquellos de nosotros que buscamos tratamiento en el sistema hospitalario del Departamento de Asuntos de Veteranos, es más que fácil adquirir opiáceos potentes o montones de medicamentos psicotrópicos para controlar la variedad de afecciones diagnosticadas que los médicos nos pueden asignar. Sin embargo, debido a que el gobierno federal ha colocado el cannabis como droga de primera categoría, y debido a la ley federal, no se nos puede recetar. Por lo tanto, la mayoría de los veteranos buscarán cannabis en sus estados de origen para manejar una variedad de condiciones. No podemos imaginar un brote de enfermedad que reduzca los síntomas de ansiedad o haga que cualquier veterano se sienta mejor, y sabemos directamente de aquellos a quienes servimos que está haciendo que las cosas sean más difíciles.
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Mucho más duro
Hemos estado en la guerra. Hemos regresado a trabajar en la economía civil después del servicio y hemos funcionado en la sociedad después de grandes caídas del servicio. Hemos trabajado en los niveles más altos del gobierno de los Estados Unidos para abogar por políticas que ayuden a los veteranos. El tema del cannabis es, con mucho, el más importante para proporcionar resultados a los pacientes. En los casos que hemos visto con ansiedad severa, dolor y politraumatismo, la prohibición de estos tratamientos es peligrosa y tonta, y esta vez no tenemos tiempo para esperar. Los veteranos han estado pidiendo que cambie la política federal de cannabis durante los últimos años para incluir la mayor organización de servicios a veteranos (la Legión Americana).