Esta historia, me la contó uno de mis amigos ganyeros citadinos. Cuando se inició en la conexión de la música reggae y el cannabis; en principio escuchando grandes vocales y músicos como Peter Tosh, Bob Marley, Burning Spears, entre otros y luego claro abriendo nuevas perspectivas a través de fumar marihuana. Comenzó a notar por ejemplo, que los ojos enrojecidos diariamente de su vecina, no era por tristeza o alergia, ere el efecto cannabico en ella. Igual se dio cuenta que sus vecinos del apartamento del piso de arriba que siempre estaban hambrientos y comiendo golosinas y chucherías en general, era producto de la Moncha generada por el cannabis, después de un buen porro colectivo.
Al mismo tiempo, se iba percatando de los códigos que otros y otras vecinas, vecinos así como compañeros(as) de trabajo y estudio utilizaban para referirse a la marihuana; entre estos los diversos nombres dados a la planta y sus cogollos; las formas referidas a las voladas, vuelos, pálidas, etc. Por otro lado me comentó que en sus inicios de Ganyero citadino, comenzó a recorrer lugares, esquinas, pasajes, calles y callejones que para él en otros momentos ni siquiera sabía que existían.
Vale destacar, que a mi amigo le parecía divertido, irse dando cuenta de estas notas curiosas que van dándole cuerpo a este mundo que siempre había estado a su alrededor. Se asombró de manera positiva, de conseguirse participe de una comunidad que le abría sus puertas –Comunidad Cannabica- para adentrarse a la conexión entre esta hierba y el reggae.
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Este mundo, que comenzaba a tejer en colectivo con otros amigos y colegas músicos lo iba conectando con el cannabis para entender nuevas realidades, trabajar su percepción musical con nuevas perspectivas creativas para la construcción rítmica y musical. Finalmente una frase de la canción Legalize it; No la critiques legalízala, algunos la llaman marihuana, algunos la llaman tamjee, algunos la llaman hierba, algunos la llaman ganja. No importa, hay que legalizarla. Peter Tosh
