Pink Floyd es una de las bandas más emblemáticas de la década del 60 y significativa para la historia de la música del mundo, pero sobre todo en el género del Rock , esta agrupación británica surgida en 1965 se aventuró en un viaje, a través del cual cambiaron la música creando nuevos estilos y propusieron además una re-significación a la ópera rock. Cada disco de Pink Floyd es de contenido profundo en sus letras y en toda su composición musical, cargados además de relatos de vida. Su discografía está plagada de emocionalidad y al mismo tiempo de filosofía. Esta banda es un ícono musical en sus casi 50 aniversario de historia musical.
Dentro del género musical del rock, estos maestros crearon subgéneros musicales como: psicodelia, sinfónico, experimental, hard rock, progresivo, espacial. Esta capacidad creativa de sus integrantes ha convertido a Waters, Gilmour, Mason, Wright y al propio Sid Barret en una clara expresión del arte musical y en un ícono cultural mundial. Sus canciones, tienen una poderosa carga filosófica y disparadores sonoros de manera conjunta que destaca muy bien en sus presentaciones en vivo, en la portada de sus discos y sus videos.
Aportes Musicales de sus Integrantes
Conforme a esta circunstancia, cada músico integrante de esta banda aportó en su momento para que Pink Floyd sobresaliera en la esfera musical londinense, así como a nivel mundial. Es por ello que, en el caso de una caracterización de la banda se puede mencionar por ejemplo el legado de Sid Barret, durante la primera etapa de Pink Floyd, los rasgos musicales se definirían hacia el rock psicodélico y espacial. Luego está la etapa de Roger Waters, que sin abandonar la psicodelia, lo experimental y especial abrió las puertas hacia el rock sinfónico, además de sus escrituras y composiciones conformaban un conjunto de historias de vida narradas a través de la sonoridad peculiar de Pink Floyd.
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La etapa de David Gilmour y Michel Wright, es un salto drástico de la música conceptual y experiencia de sonidos que marcó la etapa de Waters, hay durante esta etapa un recorrido, por la psicodelia, lo experimental y el hard rock. Todo ello, me conlleva a plantear que Pink Floyd es una banda que genera universos sonoros y por supuesto a la par de un buen porro propicia una conexión con la música desde perspectivas distintas; con una carga de lenguajes que transitan lo sencillo y complejo de la vida. Al mismo tiempo proponen contenidos filosóficos ante la sociedad a nivel mundial.
Universos Sonoros y Cannabis
Vale destacar que Pink Floyd en cada una de sus etapas, mezcla una cantidad de sonidos que la distinguen como banda. A ello le considero como sus disparadores, que luego se convierten portales para avanzar en la creación de universos sonoros. Allí, el cannabis como un elemento se combina con el sistema endocannabinoide de nuestro cerebro, con ello podemos encontrar una articulación entre planteamientos sobre la música y la marihuana como activadores creativos, los cuales posibilitan el desarrollo y elevación de nuestra conciencia. Es decir, no solo al hecho de disfrutar de un buen canuto, mientras escuchas una música de excelente calidad.
Estos universos sonoros, de Pink Floyd, nos permiten construir vías de expresión filosófica y política en defensa de la marihuana para su legalización y despenalización. Es decir, forman parte de los elementos de relevancia para el conocimiento, organización, reorganización e incluso la re-significación de la lucha desplegada desde la comunidad cannabica para desmitificar los beneficios curativos por un lado y el justo disfrute recreativo por el otro.
Recogiendo lo más importante, la música de Pink Floyd es un viaje a través de universos sonoros que perfectamente pueden ser acompañados por la marihuana, con la intención de fortalecer desde una perspectiva creadora y de conexión filosófica nuestra causa vital; abrir el camino y consolidar la legalización y despenalización de la marihuana.
