Esta semana la Comisión de Estupefacientes de la ONU estudiará la propuesta de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la cual busca suavizar la fiscalización internacional del cannabis y facilitar el uso medicinal del mismo.
Es importante señalar que, la votación, que fue aplazada el año pasado, causa incertidumbre gracias a las diferencias que mantienen los 53 países participantes.
De ser aprobada esta propuesta, la Convención sobre Estupefacientes podría retractarse tras haber incluido en el año 1961 al cannabis en la Lista IV de fiscalización internacional, en la que se encerraban las “sustancias más peligrosas”, tales como la heroína.
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La también llamada marihuana, pasaría de la Lista IV a la I, en la que se adicionan las que aplican un control más liviano y pueden ser utilizadas para usos medicinales, científicos y farmacológicos.
La posición de la Unión Europea
Cabe destacar que, la Unión Europea (UE) pretende lograr que el cannabis medicinal sea excluido de la IV Lista, pero, además, cree necesario que la Organización Mundial de la Salud exponga un nuevo informe para continuar estudiando el cannabidiol (CBD) y sus diferentes usos.
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Es importante señalar que, la posición por la que se inclinen los estados de la UE durante el proceso de elección, tiene bastante repercusión dentro de la misma, ya que representan casi la cuarta parte de las naciones con derecho a voto.
Latinoamérica se encuentra en una disyuntiva
Los países de América Latina y el Caribe se encuentran en una constante incertidumbre, ya que, hasta el día de hoy, ningún estado con derecho al voto perteneciente a este bloque ha mostrado la postura que adoptará en la capital de Australia.