Los beneficios médicos que el cannabis podría proporcionar a las mujeres no tienen parangón, especialmente en comparación con los tratamientos tradicionales que están disponibles actualmente. Desde el síndrome premenstrual hasta la menopausia y la endometriosis, el cannabis podría representar un alivio excepcional para las mujeres durante toda su vida.
Ciclos menstruales y síndrome premenstrual
Si bien estos ciclos son esenciales para un sistema reproductivo saludable, también vienen con una serie de efectos secundarios que pueden ser graves y paralizantes. Los ciclos menstruales comúnmente causan síntomas como cambios de humor, calambres y náuseas, entre otros, dependiendo de la persona y la gravedad del ciclo. La buena noticia es que el cannabis ofrece opciones de tratamiento alternativas que son efectivas y naturales.
Los cambios de humor son uno de los efectos secundarios más comunes de los ciclos menstruales de las mujeres. Y dado que muchas personas que consumen cannabis se sienten eufóricas, felices, relajadas y sin estrés, tiene mucho sentido que el cannabis pueda ser una opción de tratamiento eficaz.
Los calambres menstruales también son muy comunes y, casualmente, el uso de cannabis para tratar los calambres menstruales se remonta al siglo XIX, cuando se documentó que la reina Victoria utilizó la planta para tratar sus calambres.
Menopausia
La menopausia es otra inevitabilidad para las mujeres. Para la mayoría, la menopausia ocurre más tarde en la vida, pero hay casos en los que la afección se acelera debido a afecciones médicas. Con la menopausia viene una amplia gama de diferentes efectos secundarios y problemas de salud.
El cuerpo produce de forma natural un endocannabinoide conocido como anandamida, que junto con el sistema endocannabinoide ayuda a regular la temperatura corporal. Los estudios han demostrado que reemplazar la anandamida con el fitocannabinoide THC puede ayudar a regular e incluso a reducir la temperatura corporal. Esto significa que el cannabis podría combatir los sofocos y los sudores nocturnos, algunos de los efectos secundarios más comunes de la menopausia.
La anandamida también juega un papel crucial en el equilibrio hormonal, así como en la regulación del sueño y el apetito. Cuando se consume cannabis, el cuerpo utiliza cannabinoides como el THC y el CBD para reemplazar la anandamida y ayudarla a mantener la homeostasis en estas áreas. Esto significa que el consumo de cannabis también podría ayudar con la ansiedad, el insomnio y la depresión, los cuales son comúnmente sufridos por las mujeres durante la menopausia.
Control de peso
A pesar de los estereotipos y el estigma ancestrales que rodean a los fumadores de munchies, existen pruebas científicas de que las personas que consumen cannabis de forma regular mantienen un índice de masa corporal general más bajo. Los estudios han demostrado que el ejercicio activa el ECS de la misma manera que lo hace consumir cannabis. Esto significa que, a menudo, los efectos del ejercicio, como la “euforia del corredor”, son muy similares a los de drogarse con THC. Por esta razón, muchas personas eligen consumir cannabis antes y después de sus entrenamientos para mejorar los efectos tanto de su rutina de ejercicios como de su cannabis.
El cannabis podría beneficiar a las mujeres de muchas formas a lo largo de sus vidas, proporcionando alivio del dolor y al mismo tiempo mejorando su calidad de vida.
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