La marihuana, es una planta extremadamente compleja, con más de 100 cannabinoides activos. Con cada calada que damos pasan muchas cosas en nuestro cuerpo. Asegúrate de informarte un poco mejor sobre cómo afecta esto a los niveles de dopamina en tu cuerpo.
Aunque la marihuana pueda no ser adictiva a nivel fisiológico, los efectos que produce pueden relacionarse con algún tipo de dependencia. Al no ser adictiva químicamente, la marihuana no provocará unos síntomas de abstinencia tan duros como el alcohol, el tabaco o las drogas ilegales.
Pero lo que sí podría provocar en el consumidor es una forma de dependencia psicológica, como resultado del consumo a largo plazo. Cuando los fumadores se acostumbran a fumar a diario, puede ser difícil dejarlo. Esta dependencia se produce por la relación entre el cannabis y una sustancia química de nuestro cerebro llamada dopamina.
¿Qué es la dopamina?
La dopamina es un neurotransmisor que forma parte del sistema de recompensa del cerebro. Responde a estímulos placenteros. La dopamina se libera cuando hacemos cosas buenas para nosotros, como comer, tener relaciones sexuales o dormir.
Infinidades de sustancias provocan un aumento del nivel de dopamina, ya que nos hace sentir felices sin ningún motivo en concreto. También nos ayuda a regular el estado de ánimo y las respuestas emocionales provocadas por las expectativas antes de realizar una acción que disfrutamos.
Este es el motivo por el cual cuando estás colocado sientes una ligera satisfacción de haber logrado algo. Tu cerebro realmente cree que acabas de hacer algo positivo para ti mismo (y en cierto modo, lo has hecho).
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Función del cannabis
La marihuana aumenta el nivel de dopamina en el cerebro a corto plazo. Esto pasa de forma indirecta. El cannabis no lo hace intencionadamente. Lo que hace el THC es unirse a los receptores CB1 y CB2 del cerebro. Las neuronas dopaminérgicas no contienen receptores cannabinoides, por tanto los cannabinoides no pueden actuar directamente sobre ellas.
Esta función ya es llevada a cabo por los cannabinoides endógenos de nuestro cuerpo. Y este es el motivo por el que una carencia de estos compuestos químicos también puede ser peligrosa. Puede dar paso a síntomas de depresión y ansiedad.
En un estudio realizado en el 2013, los ratones nacidos sin receptores cannabinoides corrían un 30% menos en la rueda que los ratones con una función cerebral normal (sí, la felicidad de los ratones supuestamente se mide con el tiempo que dedican a correr en la rueda, no preguntes por qué) Los investigadores llegaron a la conclusión de que el sistema endocannabinoide es responsable de la liberación diaria de dopamina durante las actividades.
Efectos
El THC tiene un efecto diferente sobre la dopamina que el CBD. Lo que has leído previamente trata únicamente sobre el THC. El CBD no interactúa realmente con los receptores CB1 y CB2, por lo que es imposible que cause los mismos efectos. Un estudio realizado en 1997 llegó a la misma conclusión.
Lo interesante del cannabis, comparado con otras sustancias, es lo que sucede al detener el consumo. El Departamento de Psiquiatría, del Instituto Psiquiátrico del Estado de Nueva York, comparó el cerebro de un grupo de exfumadores de marihuana con el de un grupo control de no fumadores, y los resultados fueron sorprendentes.