Algunas personas que viven con dolor crónico pueden encontrar cierto alivio al consumir cannabis y tener efectos secundarios mínimos, según un estudio internacional dirigido por científicos de la Universidad McMaster.
Los datos de 32 ensayos controlados aleatorios muestran que el uso de cannabis medicinal no inhalado, a diferencia de un placebo, dio como resultado pequeñas mejoras en el alivio del dolor.
También mostró pequeños beneficios en el funcionamiento físico y el sueño.
Se informaron efectos secundarios menores, que incluyen mareos, somnolencia, disminución de la atención y náuseas.
“Hay muchos daños de los que la gente habla con el cannabis, como la psicosis de inicio temprano que afecta a adolescentes y adultos, o la adicción, pero esta evidencia se ha basado en el consumo de cannabis recreativo”, dijo el autor principal Jason Busse, director asociado de Centro Michael G. DeGroote de McMaster para la Investigación del Cannabis Medicinal y profesor asociado de anestesia.
Añadió que, dado el estrecho equilibrio entre los beneficios y los daños, una guía asociada hizo una recomendación débil para considerar un ensayo de cannabis medicinal para las personas que viven con dolor crónico en quienes la atención estándar no era suficiente.
“Las investigaciones futuras deberían comparar los daños graves y a largo plazo del cannabis medicinal con otras opciones de manejo para el dolor crónico, incluidos los opioides”, dijo Busse.
Ambos estudios se publicaron en The British Medical Journal.
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