El potencial que está aportando el cannabis como agente terapéutico en el tratamiento de varias afecciones médicas es uno de sus atributos que lo hace tan valioso, como cualquier calmante. Con los importantes avances en la investigación y los estudios médicos, el valor del cannabis ha aumentado astronómicamente en el mundo médico a medida que más y más aprenden y ven el papel que el cannabis puede desempeñar en el tratamiento de varias dolencias.
Una de las condiciones médicas en las que la investigación muestra que el cannabis puede desempeñar un papel importante es la encefalopatía traumática crónica (CTE). CTE, una afección médica del cerebro descrita por primera vez por el Dr. Harrison Martland como el “síndrome de borrachera” en 1928.
Hasta hace poco, no ha habido mucho avance en los estudios de CTE debido a muchas razones, entre ellas El número limitado de casos confirmados. Durante más de medio siglo después de que se describiera por primera vez el CTE, hubo menos de 50 casos confirmados y esta fue una de las principales razones por las que no se había hecho mucho.
Aunque, todo esto cambió en 2005 cuando se publicó la primera evidencia de CTE en un jugador de fútbol profesional (Mike Webster, un ex jugador de los Steelers de Pittsburgh). Este descubrimiento, entre otros, fue el principal catalizador que condujo a la asociación VA-BU-CLF (universidad de Boston, fundación del legado de conmociones cerebrales, y el departamento de asuntos de veteranos de los Estados Unidos).
Esta asociación ha sido fundamental en la revolución total que CTE ha disfrutado recientemente. El trabajo realizado por la fundación ha servido como punto de referencia para varios trabajos de investigación y estudios clínicos destinados a gestionar y tratar eficazmente el trastorno cerebral degenerativo, CTE.