Este año 2020 muchos empresarios de la industria cannabica en Colombia esperan ver los frutos de los procesos investigativos y demás trámites con el que han venido abonando el terreno hasta ahora.
El pasado 2019, la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (Jife), órgano de Naciones Unidas que controla la producción global de sustancias sometidas a fiscalización para usos medicinales y/o investigativos, le asignó al país cafetero un cupo de 14 toneladas para cultivo de cannabis psicoactivo (THC).
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En este último punto, es relevante agregar que al transformar esta flor seca (THC) se puede sacar un extracto para fabricar medicamentos con potenciales propiedades analgésicos, antiinflamatorios, entre otras. Cabe mencionar que la cuota que la Jife le dio al país venció el 31 de diciembre del año pasado y, solo las empresas a las que se le otorgaron cupos, podían cultivar hasta la fecha en mención para posterior transformar la flor con fines medicinales y/o investigativos.
Así las cosas, el año pasado, 27 empresas solicitaron ante el Grupo Técnico de Cupos (GTC) algún tipo de estas cuotas, pero solo 17 lograron obtenerlos.
De estas, 14 firmas lograron cupos ordinarios en la modalidad de investigación y solo tres compañías los obtuvieron para fines comerciales (uso nacional y exportación), según explicó Dúmar Javier Cárdenas, subdirector técnico de Control y Fiscalización de Sustancias Químicas y Estupefacientes del Ministerio de Justicia.