Si bien el cannabis tiene muchas propiedades beneficiosas para los consumidores tanto médicos como recreativos, también conlleva peligros intrínsecos como el moho y la levadura.
El cultivo de cannabis a veces implica pesticidas y el agua puede estar contaminada.
La mayoría de los estados donde el cannabis es legal han promulgado leyes que obligan a las empresas a pasar pruebas antes de lanzar su producto al mercado. Esto, a su vez, creó un problema para las empresas que deben asegurarse de que su producto sea seguro y cumpla con todas las regulaciones.
Afortunadamente, la demanda de cannabis puro impulsó el desarrollo de la tecnología de descontaminación.
Para comprender mejor la descontaminación, cómo funciona y por qué es importante, Benzinga habló con Jill Ellsworth, fundadora y directora ejecutiva de una de las principales empresas de tecnología de descontaminación de cannabis y cáñamo: Willow Industries.
¿Qué es la descontaminación del cannabis?
Un producto de cannabis puede fallar en las pruebas de contaminantes si tiene niveles peligrosos de microbios, metales pesados o pesticidas.
Entre los microbios, el más común es el moho polvoriento. Otro riesgo: aspergillus, o bacterias gramnegativas tolerantes a la bilis.
Ambos pueden tener un efecto peligroso sobre la salud humana.
Para evitar que su producto falle en las pruebas, las empresas recurren a diferentes métodos de tratamiento y procesamiento que reducen o eliminan los contaminantes.
En el caso de Willow, la empresa se centra en la descontaminación microbiana.
El cannabis contaminado con microbios generalmente se procesa en concentrados, lo que no es ideal, porque reduce el precio en comparación con la flor.
La tecnología de Willow utiliza gas ozono para reducir los niveles microbianos sin destruir la flor.
‘Puede crear una pesadilla de relaciones públicas’
La descontaminación es importante para garantizar que un producto de calidad llegue a los estantes.
Es particularmente importante para los grandes productores.
Las granjas más pequeñas generalmente gestionan el entorno de crecimiento más fácilmente, lo que facilita garantizar que el producto esté limpio.
La situación cambia para los productores comerciales a gran escala, donde la contaminación es “inevitable”, dijo Ellsworth.
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“Si un productor o fabricante no está pensando en la descontaminación, es sólo cuestión de tiempo hasta que su cadena de suministro se interrumpa por un resultado de prueba fallido. Y en el caso extremo, si un paciente inmunodeprimido consume flores contaminadas y se enferma, puede crear una pesadilla de relaciones públicas para la empresa y hacer retroceder a la industria en su conjunto”.
A pesar de los peligros del cannabis contaminado, algunos estados todavía no tienen una legislación que exija la descontaminación. E incluso en los estados donde es obligatorio, todavía hay margen de mejora, dijo Ellsworth.
“Puedo ver fácilmente un futuro en el que los reguladores requieran que los cultivadores tengan un ‘paso decisivo’ en su proceso de producción, pero todavía no hemos llegado allí. Las reglas seguirán cambiando durante los próximos años”.
La educación es primordial
Independientemente de si la descontaminación es un requisito legal, las empresas deben asegurarse de que sus productos estén limpios por el bien de sus consumidores.
“No queremos contribuir a una manía del tipo ‘Reefer Madness’ sobre la contaminación microbiana, pero es un problema grave que ha estado en las sombras durante mucho tiempo, por lo que la educación es extremadamente importante”, dijo Ellsworth.
Si bien Willow se enfoca en educar a los productores sobre los peligros de la contaminación microbiana, los consumidores también deben ser conscientes y exigir un producto limpio.
“Cuando se trata de concienciación pública, los periodistas independientes, los reguladores y la prensa tienen un papel de liderazgo. Empieza por educar a la gente sobre las leyes locales y dar la alarma cuando algo sale mal”, dijo el CEO.
Al mismo tiempo, las empresas no deben esperar a ser presionadas por las leyes o los consumidores, sino mostrar iniciativa y apuntar a brindar un producto seguro y limpio como una forma de diferenciar su marca, dijo.
“Además de ayudar a diferenciar su marca, sería una forma de educación; un claro escenario en el que todos ganan “.
