Los estudiantes de las universidades de Arizona, Connecticut y Florida han presentado demandas después de ser expulsados por consumir cannabis legal.

La vasta red de campus universitarios de Estados Unidos ha tenido una reputación por el consumo desenfrenado de cannabis desde la revolución contracultural de finales de los 60 y principios de los 70. Pero a medida que el cannabis medicinal y recreativo continúa creciendo cada vez más en un lugar común, las instituciones de educación superior de la nación están adoptando una postura anti-marihuana, y ahora sienten el rechazo de los estudiantes perjudicados.
Te recomendamos: Italia se prepara para comprar legalmente comida cannábica
Según un nuevo informe de Associated Press, dos estudiantes universitarios han presentado demandas contra sus universidades en el último mes por discriminar su consumo legal de cannabis por parte del estado.
En Connecticut, la estudiante de enfermería de la Universidad del Sagrado Corazón, Kathryn Magner, demandó a la administración de la escuela después de que se le prohibió tomar rondas médicas clínicas requeridas después de dar positiva por THC.
En Arizona, Sheida Assar presentó una demanda contra GateWay Community College, que la había expulsado del campus por completo después de que una prueba de drogas dio positivo por THC. Magner dijo que había usado cannabis en Massachusetts, donde la planta es legal, y Assar es participante activa del programa de marihuana medicinal de Arizona.
“Me sacaron de clase en medio del día escolar. Me escoltaron a la administración como si fuera una… criminal. Es discriminación, y también viola mis derechos bajo la ley de marihuana medicinal de Arizona”, explicó Assar.
En una historia similar de principios de este año, Kaitlin McKeon, estudiante de enfermería de Nova Southeastern University y paciente de marihuana medicinal en Florida, también fue expulsada después de que una prueba de drogas descubrió THC. Las expulsiones impulsadas por el cannabis han afectado a los estudiantes de enfermería en particular, pues estos programas generalmente requieren pruebas de drogas a mitad de semestre. En el caso de McKeon, ella dijo que los funcionarios escolares originalmente habían aprobado su consumo de cannabis medicinal, pero fueron usurpados por funcionarios de alto rango después de su prueba fallida, que hasta ahora han confirmado la expulsión. El abogado de McKeon, Michael Minardi, declaró a AP:
“Es realmente triste que Nova Southeastern haya tomado esta postura sobre este tema y realmente esté impidiendo que una persona realmente buena y cariñosa ingrese al campo de enfermería y viva su sueño porque eligió un medicamento que es legal en Florida, pero ellos no lo reconocen”.