El papel del cannabis en la psicoterapia moderna es, cuando menos, enredado, pero está claramente demostrado que el THC y el CBD tienen algo que ofrecer a las personas con problemas de salud mental. El cerebro humano es complejo, y también lo es la planta de cannabis. ¿Podría el cannabis ser el próximo tratamiento para las enfermedades mentales?
Hoy en día, no está demostrado que el consumo de cannabis cause trastornos cerebrales crónicos, aunque la complejidad del cerebro humano hace que sea difícil comprender si los cannabinoides podrían ser eficaces para ayudar en enfermedades mentales.
Cuando se consume en dosis elevadas, el cannabis puede provocar “síntomas psicóticos”, especialmente en personas vulnerables con antecedentes personales o familiares de enfermedad mental. Sin embargo, una gran cantidad de pacientes con esquizofrenia, paranoia, trastornos bipolares y otras enfermedades mentales se han automedicado con cannabis durante años.
Los médicos en EE.UU. que recetan grandes cantidades de cannabis medicinal, indican que la parte destinada a pacientes con enfermedades psiquiátricas graves, es muy reducida, y que el trastorno por estrés postraumático es la enfermedad más común.
Los psiquiatras suelen desaconsejar el consumo de cannabis, mientras que hay quienes lo aprueban como tratamiento complementario para pacientes con síntomas o diagnósticos específicos.
Muchos pacientes informan que el cannabis alivia algunos de sus síntomas, sin embargo, la literatura clínica no está todavía muy desarrollada, y muchos estudios sobre el consumo terapéutico de cannabis para enfermedades mentales no cuentan con una calidad metodológica muy alta.
Psicoterapia cannábica
El papel que juega el cannabis en la psicoterapia actual es verdaderamente complejo. Muchos pacientes sienten ya de por sí una sensación de estigma en torno a su condición mental, y el cannabis lo único que hace es añadir leña al fuego.
El personal médico de cualquier nivel tiene el deber de proteger la privacidad de los pacientes, y se supone que no deben juzgar los estilos de vida de los mismos. Sin embargo, antes de empezar sesiones con un terapeuta nuevo, es muy aconsejable que se mantenga un debate honesto sobre el consumo del cannabis, para ayudar a aclarar la posición que tiene cada uno en relación a la planta.
La terapia debe ser una oportunidad para abrirse con sinceridad en compañía de un profesional atento. Cualquier terapeuta que valga la pena debe estar dispuesto a comprender tu relación con el cannabis antes de emitir un juicio. Especialmente porque el cannabis es mucho más seguro que otras drogas a las que recurren los pacientes en momentos de angustia.
Psicoterapia asistida
Es preciso mencionar que las psicoterapias psicodélicas están siendo aceptadas por la comunidad científica. Las hierbas y sustancias como la ketamina, el MDMA, la ayahuasca y los hongos alucinógenos se están probando como agentes terapéuticos contra enfermedades mentales leves o graves.
Los cannabinoides no son psicodélicos en el sentido estricto, sin embargo, en los países donde el cannabis es legal, ahora se ofrecen sesiones de psicoterapia asistida bajo los efectos de los cannabinoides. Por ejemplo, algunos estados de EE.UU. ofrecen psicoterapia asistida con cannabis por unos $350, donde un chófer está obligado legalmente a llevarte a casa después.
En lo que respecta a enfermedades mentales, cada una requiere un cuidado y tratamiento específicos. Eso significa que los cannabinoides pueden afectar a enfermedades diferentes de maneras distintas.
Efectos adversos
Se sabe que el THC puede hacer que las personas se sientan más relajadas, menos estresadas y mejorar su estado de ánimo en general. Por desgracia, el THC también puede inducir algunos efectos secundarios, especialmente en personas sensibles o sin experiencia.
También se sabe que si se consumen dosis de THC elevadas, puede desencadenar ansiedad y paranoia. Curiosamente, el CBD es eficaz para reducir algunos de estos efectos psicotrópicos negativos al disminuir la capacidad del THC para unirse con los receptores de cannabinoides CB1.
Mientras el CBD está ganando cada vez más fuerza en cuanto a futuros tratamientos para trastornos psicológicos, el THC muestra su eficacia por sí mismo, especialmente en relación con los trastornos bipolares.
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Sin embargo, y a pesar de las experiencias prometedoras, los estudios en pacientes con trastorno bipolar o esquizofrenia que consumen cannabis han descubierto datos bastante concluyentes, tanto en la valoración de la eficacia médica del THC como en sus casos de uso específicos. Los estudios observaron que el consumo de cannabis se asoció con una mejoría en la función neurocognitiva en personas con trastorno bipolar, pero en pacientes esquizofrénicos se observó lo contrario.
Resultados
Todavía entendemos muy poco sobre las interacciones peculiares que hay entre los cannabinoides y nuestra mente. La falta de estudios exhaustivos a gran escala dificulta enormemente poder sacar conclusiones desde una perspectiva psicológica o psiquiátrica.
Los cannabinoides pueden ayudar al tratamiento de algunas enfermedades mentales, pero también pueden aumentar algunos síntomas o empeorar una terapia. Además, estamos muy lejos de saber las dosis correctas y los métodos estándar de administración de cannabis para tratamientos psiquiátricos.
A pesar de nuestra falta de conocimiento actual, los cannabinoides son muy prometedores, ya que atacan diferentes sistemas de neurotransmisores, en comparación con los medicamentos tradicionales, y tienen el potencial de ser más efectivos y menos dañinos.