La Fibromialgia, es una enfermedad crónica de causa desconocida, cuales síntomas es principalmente la presencia de dolor crónico, en múltiples áreas del cuerpo, también se caracteriza por tener un bajo umbral para el dolor, lo cual es común en los pacientes que sufren dolor crónico, quienes padecen esta patología sienten dolor por cosas tan comunes como el roce de la ropa con la piel.
La constante sensación de dolor también viene acompañado de otros síntomas, como ansiedad, depresión, fatiga e insomnio, en unos casos sufren de parestesias, rigidez articular, cefaleas, sensación de tumefacción en manos, problemas de concentración y memoria.
El curso natural de la Fibromialgia es crónico, con fluctuaciones en la intensidad de los síntomas a lo largo del tiempo. Hay fases más llevaderas, con menos dolor, y cierta mejoría del resto de síntomas, a veces en relación con la época del año, los factores emocionales influyen también de manera muy valorable en muchos casos, el entorno familiar, etc.
El diagnóstico de la Fibromialgia es clínico, no existiendo ninguna prueba objetiva que demuestre la enfermedad, tampoco ninguna prueba analítica, de imagen o anatomopatológica específica, son determinantes en el diagnóstico de la enfermedad.
La fribromialgia y el cannabinoide
El cannabinoides puede ser una opción para los pacientes con fibromialgia Distintos sintomas de esta enfermedad pueden tratarse con CBD. Es una indicación clásica el uso de cannabinoides para tratar el dolor, y básicamente se usa THC y CBD en una proporción o ratio de THC/CBD de 1/1.
Muchos estudios confirman que los pacientes notan una gran diferencia en cuanto al dolor cuando empiezan el tratamiento con cannabinoides.
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el CBD brinda un efecto antioxidante, ansiolítico, antidepresivo, y antiflamatorio, por esto es que es muy útil para esta enfermedad en la que encontramos múltiples focos inflamatorios. Este efecto antinflamatorio se potencia con el uso de THC en la mayoría de casos. Su efecto analgésico se ve reforzado también por el uso de THC en diferentes proporciones, siempre priorizando que no aparezca el efecto psicoactivo del THC, que pueda limitar la actividad del paciente.
Además, el THC proporcionará un efecto relajante, que mejorará el efecto del CBD, para combatir el insomnio. La dosis nocturna puede ser diferente a las dosis diurnas tanto en cantidad como en proporción THC/CBD, siendo el paciente el que acaba de encontrar la dosis correcta, para inducir el sueño, por ejemplo, o las dosis analgésicas diurnas, en función de la intensidad del dolor y de la correcta tolerancia al tratamiento.
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Sin embargo, el paciente no siempre tolera bien esta proporción, y es necesario comenzar con dosis mayores de CBD que con THC. Es posible comenzar el tratamiento con CBD solamente, valorar sus efectos, y luego estudiar la necesidad de combinar el THC en diferentes proporciones para el control del dolor.
Los cannabinoides no son efectivos para todos los pacientes. En algunos casos, con las primeras dosis el paciente refiere ya mejoría parcial de su sintomatología, siendo muy importante comprobar que los cannabinoides funcionan, para seguir adaptando las dosis según las necesidades de cada paciente.
La mayoría de pacientes para los cuales el cannabis va a ser útil, notan ya en las primeras dosis, si son correctas, una mejoría de la sintomatología, sobre todo a nivel de dolor e insomnio en el caso de la fibromialgia.
Podemos decir, pues, que la respuesta a un tratamiento con cannabinoides en el caso de la fibromialgia, puede aparecer en los primeros días de tratamiento, incluso hay pacientes que con las primeras dosis refieren mejoría.