Las modas pasan, pero el CBD ha venido para quedarse. De hecho, el cannabis se ha utilizado durante miles de años con distintos fines, en especial, fines medicinales.
Para que os hagáis una idea, la primera mención del consumo de cannabis data del 2300 ac, en un libro chino llamado Shu King. Lo utilizaban tanto para fabricar cuerdas y prendas de vestir, como para tratar el reumatismo y los fuertes dolores menstruales.
Aunque es evidente que en estos momentos el CBD está viviendo uno de sus momentos de máximo esplendor, queremos pensar que esto es debido a que, por fin, y después de muchos años, comienza a haber información clara y concisa acerca de este componente del cannabis.
Componente para uso medicinal
El aumento de estudios que constatan y confirman los beneficios de este componente, y la publicación de los mismos, han ayudado, sin duda, a confirmar lo que muchos y muchas ya sospechábamos: el CBD contiene múltiples beneficios para la salud.
El CBD o cannabidiol es un cannabinoide que se encuentra en la planta del cannabis. Es el componente más estudiado, con mayor potencial terapeútico y que mejor es absorbido por nuestro sistema.
Los responsables de esta absorción son los receptores cannabinoides que se encuentran en las células de todo el cuerpo humano, especialmente en el cerebro y en el sistema inmune. El consumo de CBD provoca que los receptores cannabinoides se activen y se enlacen en la superficie de las células, dando lugar a un sistema endocannabinoide más activo y saludable.
¿Qué es y para qué sirve el sistema endocannabinoide?
Aunque es un sistema fascinantemente complejo, podríamos resumir que este sistema está implicado en una gran variedad de procesos fisiológicos como, por ejemplo, la regulación de la percepción del dolor, así como también las funciones cardiovasculares, gastrointestinales y hepáticas.
¿En qué me puede ayudar el CBD?
Las aplicaciones medicinales de esta sustancia son múltiples y poco conocidas.
Científicamente, se ha comprobado que reduce y previene la inflamación y la náusea, diabetes, insomnio, trastorno de estrés postraumático, esquizofrenia, artritis reumatoide, enfermedades cardiovasculares, antipsicótico, ansiolítico, e incluso analgésico, contra los dolores neuropáticos y por espasmos musculares, que tradicionalmente resultan más difíciles de tratar con otras medicinas, incluso farmacéuticamente.
También es un potente tratamiento para la epilepsia, la esclerosis múltiple, así como también para combatir la pérdida de apetito. Además, al contrario que el THC, el CBD no es una sustancia psicoactiva, por el contrario, tiene efectos sedantes y calmantes.
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