El cannabis ha sido tema de debate, sobre todo por la falta de estudios e incertidumbre acerca de sus efectos. Aunque el tema también ha puesto temas éticos, legales y sociales sobre la mesa, la planta ha empezado a tener un papel para varios tratamientos de enfermedades congénitas.
Algunos países como Estados Unidos, Canadá, Australia e incluso México han aprobado el uso medicinal de la planta.
El estatus legal cannabis supone un tema de gran interés a nivel mundial. Ya sea para fines médicos o recreativos. Debido a que se trata de la droga de mayor producción y volumen de ventas a nivel mundial.
Acción de los cannabinoides
Se sabe de dos cannabinoides responsables de la mayor parte de los efectos terapéuticos del cannabis: el cannabidiol (CBD) y el tetrahydrocannabinol (THC). Y ambas sustancias interactúan con el sistema endocanabinoide (SEC).
El SEC desempeña un papel importante en varias funciones reguladoras. Tales como lo son el apetito, sueño y sensación del dolor por mencionar algunas.
Un alivio para enfermedades y dolores crónicos
Las enfermedades crónicas suponen un gran peso en quienes las padecen. Los dolores y la dificultad que ello supone, son uno de los principales impedimentos de las enfermedades crónicas. La forma usual de tratar algunos de los dolores es el uso de analgésicos, en algunos casos opioides.
La desventaja del uso de los opioides es el gran potencial adictivo que tienen. Por no mencionar la posibilidad de una sobredosis y lo grave que puede ser el síndrome de abstinencia de opioides. Todo ello ha llevad a países como Estados Unidos a un grave problema conocido como “crisis de opioides”.
Por la interacción de los componentes de la marihuana con el cuerpo. La marihuana tiene el efecto de disminuir la sensación de dolor en las personas. Además, la toxicidad de la marihuana es tan baja que no se tiene registrado algún caso de sobredosis. Lo que la convierte en un candidato ideal para uso analgésico prolongado.
Por las razones mencionadas, muchos pacientes con acceso al cannabis medicinal están optando por esta alternativa. Tan sólo en Estados Unidos cerca de dos tercios del consumo de cannabis medicinal se relaciona con dolores crónicos.
Tras analizar lo expuesto, es fácil ver las razones de la creciente popularidad de la planta en el tratamiento del dolor. Aparte del beneficio directo al paciente, el uso del cannabis podría suponer una forma de combatir la crisis del opio.
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